«¡Encantada de haberte conocido, Océano Sur!»

Támara Echegoyen

DEPORTES

Jen Edney / Mapfre

Ya en Melbourne, donde el Mapfre se impuso en un reñido final de etapa al Dongfeng

28 dic 2017 . Actualizado a las 18:24 h.

Ya han pasado un par de días desde que finalizamos la etapa y he tenido tiempo para valorar las dos últimas semanas que pasé a bordo el Mapfre, completando el recorrido entre Ciudad del Cabo y Melbourne.

Fue una etapa extrema por las condiciones de navegación que nos encontramos en el Océano Sur: fuerte viento, olas y frío. Fue una etapa dura por la gran competitividad de nuestros rivales. Las ganas de alcanzar la victoria y el nivel de los demás equipos no nos permitieron bajar el ritmo, y el cansancio no tenía cabida. Teníamos que seguir trabajando al máximo rendimiento.

Cuando reflexiono, días después de nuestra llegada, sobre lo que acabamos de hacer me doy cuenta de que cuando estamos en medio de una etapa no hay tiempo para valoraciones, no cuantificas la dificultad a la que te estás enfrentando porque forma parte de tu día a día. Es parte de tu trabajo en el barco y es lo que te toca hacer en ese momento.

Ahora que estoy en tierra, físicamente perfecta y descansando para preparar la siguiente etapa, me doy cuenta lo importante que han sido los consejos que me han dado mis compañeros antes de empezar. Consejos sencillos, de la mano de mi compañero de guardia Ñeti: «Mantente seca, abrígate lo necesario para no pasar frío y siempre agarrada con una mano».

Estos tres consejos cobraron sentido desde el primer día de competición, y más el tercero, cuando descubrí lo peligroso que resulta vivir dentro del barco. Los movimientos continuos provocados por las olas, las fuertes rachas de viento y las bruscas frenadas cuando la proa choca contra una ola son tan fuertes que pueden mandarte despedido hacia el suelo, y como consecuencia sufrir un gran golpe o, en el peor de los casos, una lesión que te deje fuera de juego durante la etapa.

En estas etapas caracterizadas por la dureza de las condiciones meteorológicas es tan importante el rendimiento del barco y su velocidad, como ser conscientes de la seguridad y del control del riesgo que debes tomar. Es una combinación que tiene que estar hecha en su justa medida para permitir que el barco cruce la línea de llegada en primera posición y en las mejores condiciones posibles.

Al final no podemos olvidar que la Volvo Ocean Race es una competición de resistencia y que la dureza no está marcada por una etapa, sino por la consecución de todas ellas.

Nos vemos el próximo año ¡Feliz 2018!

Támara Echegoyen es campeona olímpica de vela y la primera regatista española que participa en la Volvo Ocean Race