Hervé Renard, un especialista para rescatar a Marruecos

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Amr Dalsh | Reuters

La selección vuelve a disputar, dos décadas después, el más grande de los torneos

02 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La carrera como futbolista de Hervé Renard no fue gran cosa. Militó en el Cannes y en varios equipos menores antes de retirarse hace 20 años, con 29. Colgó las botas y se sentó en el banquillo a dirigir al último conjunto en el que había militado, el modestísimo Draguignan. Dos cursos más tarde, dio un salto.

No fue un progreso brutal en cuanto a puesto -se marchó a ejercer de segundo a un club chino-, pero sí supo encontrar padrino. El entrenador del Shangai Cosco era Claude Le Roy, de cuya mano se abrió la puerta del fútbol africano. Para su mentor ejerció de ayudante en la selección de Ghana y a partir de ahí se volvió un clásico entre los combinados del continente. Obtuvo una Copa África con Zambia y otra con Costa de Marfil. Después de una y otra, quiso probar en casa. Fracasó primero en el Sochaux y más tarde en el Lille, y fue entonces, tras este segundo revés, cuando apareció Marruecos.

Los leones del atlas necesitaban enriquecer un pobre currículo en el que no se registraban participaciones mundialistas desde Francia 98.

Volverán, dos décadas después, a disputar el más grande de los torneos, y lo harán gracias al orden, un bien escaso en la mayoría de los conjuntos africanos. Renard ha convertido a los suyos en un grupo sacrificado, que defiende en bloque y apenas concede espacios al adversario. Como muestra: fue la única selección de su continente que concluyó imbatida la fase clasificatoria. En la zaga actúa quien es junto a Amrabat, referente del equipo; el central de la Juve Mehdi Benatia. Autor del gol que selló en Abidjan la clasificación marroquí. Ante Costa de Marfil, la escuadra que confirmó a Renard como entrenador milagro africano.