A Rubiales le molesta la oposición

josé m. fernández REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Victor Lerena.

El presidente de la AFE utiliza el sindicato para tratar de frenar la recogida de firmas que busca su cese y amenazar con denunciar las «acusaciones falsas»

17 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A Luis Rubiales no le gusta tener oposición. Y menos que se manifieste en la que considera que es su casa, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Al presidente de la AFE desde el 2010, por más que desde hace meses ande enfrascado en la pelea por hacerse con la presidencia de la Federación Española de Fútbol, no le ha sentado bien que un grupo de afiliados tomara la iniciativa de recoger firmas para reclamar una asamblea extraordinaria con un único punto en el orden del día, tratar el «cese de los miembros de la junta directiva».

«AFE acudirá a la Justicia. Quienes difaman responderán ante un juez». Así comienza el mensaje que desde el sindicato está llegando a sus afiliados. Una nota que, reconocen, se justifica por las llamadas de los afiliados en relación a «una recogida de firmas para pedir el cese de la actual junta directiva», algo que, admiten, están en su derecho de hacer. Inquieto por una iniciativa inédita en una organismo que ha llevado de forma personalista en los últimos años, Luis Rubiales mezcla el derecho de los afiliados con lo que en el comunicado interpreta como «un incremento de la dureza en los mensajes hacia algunos miembros de AFE» en las redes sociales. Hasta el punto de poner el caso en manos de los abogados «para denunciar ciertas afirmaciones y acusaciones falsas y malintencionadas, que dañan gravemente la dignidad, el honor y el prestigio de la AFE y de algunos de sus miembros».

Un creciente descontento

Desde el grupo que impulsa la recogida de firmas contra la actual junta directiva de AFE se califica como «sorprendente» la respuesta de Rubiales, interpretando que «una vez más utiliza la casa de todos los futbolistas para una defensa particular». En este sentido, en los últimos días algunos vestuarios han recibido la visita de personas cercanas a los directivos de la AFE para tratar de frenar la recogida de firmas.

El origen del descontento con la actual directiva de la AFE se plasmó en las ultimas elecciones a la federación española de fútbol, en una lista de futbolistas, también afiliados, pero alternativa a la que auspició el propio Luis Rubiales, que buscaba el apoyo de Ángel María Villar. Con anterioridad, el primer episodio público de descontento interno se plasmó con la dimisión en el 2015 de Santiago Nebot (asesor jurídico) y Luis Gil (gerente), y tiene su continuidad en la modificación de los estatutos para reducir un calendario electoral y la convocatoria en pleno período vacacional de unas elecciones a las que solo se presentó Luis Rubiales.

Ahora, el descontento se ha ampliado a aspectos como la falta de transparencia, la gestión de la Mutualidad del Deportista, el incremento de los sueldos de los cargos de la AFE o las críticas a un presidente que ha pasado de delfín de Villar a pelear directamente por el sillón presidencial de la federación y del que se dice que apenas aparece por la sede del sindicato de futbolistas.

El movimiento opositor a Rubiales también ha recibido el respaldo de organizaciones como la escuela de entrenadores Acadef.