Este año Márquez se ha ido al suelo 24 veces para conocer sus propios límites
21 nov 2017 . Actualizado a las 15:57 h.Marc Márquez no brilla en uno o dos aspectos. Para ganar como él y acumular sus registros a tan corta edad es porque el piloto brilla en muchos aspectos. Lo más destacado del dorsal 93 es su mente, esa ambición casi enfermiza de ser siempre el primero, de estar primero en todas las vueltas. Todo se supedita a esto y hace que el resto de los recursos funcionen.
Técnicamente no es un piloto fino, no es elegante, pero sí efectivo. Según datos de su propio equipo, este año lleva 24 caídas, una circunstancia que empieza a ser un sello de identidad. Porque él utiliza la caída para encontrar los límites. Él sabe que perdiendo la rueda delantera las caídas no son peligrosas, y esto le ha hecho desarrollar una habilidad impresionante, no ha habido un piloto en la historia capaz de salvar tantas caídas. Lo que ha hecho en Cheste de evitar irse al suelo con ayudándose del codo lo ha hecho siete veces más esta temporada. Ha convertido las caídas en una herramienta de trabajo. Como todos los pilotos dispone de muchos datos telemétricos para tomar decisiones, pero ninguna le indica dónde tiene el límite. Otro en su situación se habría caído más de treinta veces. No solo sabe dónde está el límite sino que juega con él. También es cierto: nunca se ha hecho daño de verdad, le han respetado las caídas (salvo algún episodio en la cilindrada de Moto2). Porque cuando acumulas unas cuantos accidentes de cierta gravedad, igual ya dejas de buscar el límite. Pero de momento Márquez disfruta hasta las caídas.
En relación a la puesta a punto, su fuerte es sacarle el hígado a la máquina que tiene entre las piernas cada fin de semana. No ha tenido la mejor moto en muchas carreras. Pero incluso cuando la Honda no funciona -cuando vemos a Pedrosa atrás-, él es capaz de luchar por los puestos de podio. También es muy inteligente evolucionando la moto. Pero fuera de Honda lo iba a pasar muy mal. La diferencia es que Márquez está ahí siempre.
La presión, su estado natural
Márquez busca la presión, necesita estar siempre al borde del precipicio para dar lo mejor de sí mismo. Podríamos decir incluso que la presión es su estado natural. Por eso está preparado para seguir batiendo récords.