Tócala otra vez

José M. Fernández PUNTO Y COMA

DEPORTES

12 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El relevo. Felizmente, la revolución de los bajitos ha encontrado continuidad. Los fiascos en Brasil y Francia encontraron su explicación en un grupo agostado; en un equipo para recordar, pero al que le urgía un lavado de cara que, probablemente, tampoco le correspondía liderar a Vicente del Bosque. Más allá de los quince partidos sin perder bajo la batuta de Julen Lopetegui, la selección ha renovado su proyecto. Cierto, continúan varios pesos pesados -Iniesta, Busquets, Silva y los dos centrales-, pero en Rusia España presentará un equipo sin hipotecas con el pasado, con buena parte del grupo que, también con Lopetegui, se proclamó campeón de Europa en el 2013. Aire fresco y talento.

España ha renovado su ambición, parece haber puesto los cimientos de un edificio tan sólido como el de antaño, con la misma idea, ya innegociable, del juego combinativo, de la asociación alrededor de un balón. Así conquistó dos Eurocopas y un Mundial, pero ahora con más fondo de armario, y con Isco como figura emergente. El malagueño apenas ha necesitado unos cuantos partidos como titular en el Real Madrid para apropiarse de la identidad, como el faro de una selección que vuelve a contar. El centrocampista malagueño ofreció ayer un recital, en el patio de su casa. Por más que enfrente se encontrara un rival de apariencia menor, Costa Rica estará en el Mundial y su presencia en el anterior, en Brasil, no fue precisamente una anécdota.

Si nada cambia -lesiones o inesperados bajones de forma-, La Rosaleda contempló ayer un once inicial muy similar al que arrancará el Mundial de Rusia. Faltaba De Gea, la posibilidad de un lateral -Odriozola es un proyecto serio- y el delantero que mejor esté. El resto, un poblado centro del campo, en el que solo Busquets tiene una misión clara. Y muchos bajitos, con libertad para tocar.