Patrick Baumann: «El riesgo de ver el Mundial y los Juegos sin España es muy grande»

L. V.

DEPORTES

Jose Reina | EFE

El secretario general de la FIBA amenaza a la federación ante la negativa de los equipos a ceder jugadores

03 nov 2017 . Actualizado a las 08:40 h.

Patrick Baumann, secretario general de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA), alertó del riesgo que corre la selección española de baloncesto de no estar en el próximo Mundial 2019 y los Juegos Olímpicos 2020 y matizó que el riesgo es «muy grande» si los equipos no ceden a los jugadores para las próximas ‘ventanas’ de partidos clasificatorios de selecciones.

-¿Cuál es el objetivo de FIBA con el nuevo sistema de ventanas clasificatorias para el Mundial de China 2019?

-El tema no es una cuestión de ventanas o no ventanas, más allá hay una oportunidad para el mundo del baloncesto de seguir creciendo. Después de los Juegos de Barcelona hemos tenido un movimiento muy fuerte de globalización, el baloncesto ha crecido mucho, y vimos que los equipos NBA empezaban a estar más cerca. Vimos al equipo español campeón del mundo (2006), a Argentina campeona olímpica (2004). Hubo un momento de cambio. Esto se ha basado mucho en el crecimiento de la NBA, sus jugadores, sus equipos y al final hemos visto que siempre están los mismos equipos nacionales en lo más alto. Eso nos parece bien por los que están, pero no tan bien por los que no tienen la oportunidad de llegar, y había que darle un poco de electroshock al mundo del baloncesto. Por eso hemos trabajado en muchos temas, uno modificar totalmente el calendario de competiciones para los equipos nacionales, para intentar crear más afición al mismo tiempo en muchos países. Con el nuevo calendario que tenemos y que comienza en un mes habrá 80 países que juegan al mismo tiempo para clasificarse para la Copa del Mundo 2019.

-¿Cómo se explica este sistema a los aficionados europeos que están viendo el conflicto entre FIBA y Euroliga?

-Lo que va a pasar ha pasado ya durante años, hasta el 2003, y está pasando regularmente cada temporada que hay clasificaciones para el Mundial o la Eurocopa de fútbol. Es algo muy natural, no es algo que nos hemos inventado y que sea una locura.

-¿Hay alguna posibilidad de llegar a un acuerdo con la Euroliga?

-Nosotros siempre somos optimistas y estamos abiertos. Hemos hecho un esfuerzo, en cinco años, en cambiar el sistema, tomar riesgos de supervivencia económica, parar contratos, empezar con un concepto nuevo e ir a venderlo, y ahora estamos aquí, con 79 países de los 80 que quieren trabajar y tienen ganas.

Aquí hay un país y unos cuantos clubes que por el momento tienen otra opinión y no les interesa participar en el crecimiento general del baloncesto, sino en su propio crecimiento. Nosotros hemos hecho una propuesta que no es ideal, pero no pone a los jugadores en una situación imposible, desagradable e inmoral y permite a unos hacer lo que quieran y a los otros también-

-¿Qué le parece la actitud de la Euroliga?

-No la entiendo. La Euroliga obviamente ha secuestrado a los equipos nacionales y al baloncesto europeo. Y no es que lo hayan hecho todos, sino un grupo de señores muy importantes, pero no representan el mundo y la familia del baloncesto. Al mismo tiempo, el primer país que está afectado directamente es España, después de haber tenido tantos éxitos, la consecuencia es que al final, el riesgo de que España no esté en la Copa del Mundo de China 2019 ni en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 es muy grande. Hoy por hoy es muy grande.

-España no podrá contar en la próxima ventana con diez jugadores de la NBA y si los clubes de la Euroliga no ceden a sus jugadores podría perder a otra quincena de jugadores.

-España tiene muchos equipos que están ahí (en la Euroliga), que salen diciendo que no van a dar a los jugadores. Eso es un poco particular, yo no lo entiendo, pero es un tema que tienen que resolver en España los españoles y la familia del baloncesto español, y sin tener presiones de organizadores terceras que no tienen nada que ver con el baloncesto español, ni la ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto españoles) ni la FEB (Federación Española de Baloncesto).

-¿FIBA planea sancionar a estos clubes si no ceden a sus jugadores?

-Tenemos reglamentos, pero también los tiene cada país, sus reglamentos y sus leyes. Lo que hemos visto es que hace un año la Euroliga dijo que no iba hacer nada contra los equipos nacionales, y a julio de este año ponen el calendario en medio. Nosotros esperamos que el Consejo Superior de Deportes y el ministro apoyen a la Federación Española para que pueda tener los jugadores que se merece y con el palmarés que tiene, que siga mereciendo, porque el riesgo de no estar en Tokio 2020 es grande, muy grande.

«Quien ha puesto a los jugadores en una situación incómoda no es la FIBA, sino la Euroliga»

Baumann lo tiene claro. Bajo su prisma, quién está poniendo a los jugadores entre la espada y la pared no es la FIBA, sino la Euroliga.

-Los jugadores internacionales de equipos españoles que juegan en la Euroliga dicen sentirse entre la espada y la pared.

-Yo veo esta situación muy entristecido, no me parece muy correcto que se ponga a los jugadores en esta posición. Entiendo que la Euroliga diga que no es su culpa y diga a FIBA que cambie el calendario, aunque discrepo. La Euroliga ha aumentado su calendario en los últimos años sin consultar nada a nadie, en contra de la opinión de los jugadores, y nosotros el calendario lo hemos clarificado desde hace cuatro años. Quien ha puesto a los jugadores en una situación incómoda no es la FIBA sino la Euroliga. Nosotros hemos intentado proteger a los jugadores, reducir la cantidad de trabajo cada verano, evitar que tengan que ir con el equipo nacional y no tengan ni vacaciones.

-¿Entiende que los jugadores piensen que se ha contado poco con ellos en estas negociaciones?

-Es incorrecto, nosotros hemos tenido una reunión con jugadores hace muy poquito y tenemos desde 2014 una comisión de atletas, con (el exjugador serbio) Vlade Divac como presidente.

«Cada uno debe mirarse en el espejo y ver lo que ha hecho en su propia casa»

El secretario general de FIBA lanza sus dardos directos a la Euroliga. La ampliación del calendario es, según él, clave del conflicto. Por este motivo, entiende que resultaría complicado establecer unos calendarios pactados con las federaciones nacionales y los organizadores de la Euroliga.

-Aún si hubieran llegado a un acuerdo con la Euroliga para que no coincidieran los partidos, muchos jugadores habrían tenido que jugar hasta tres y cuatro encuentros en una semana.

-Eso es muy excepcional, depende mucho de la Copa, de cada país, en cada competición. Cada uno tiene que mirarse en el espejo y mirarse lo que ha hecho en su propia casa, en cuanto al calendario de la Liga, de la Copa o lo que sea en cada país. Y lo que ha hecho la Euroliga además es ir del 25 a 37 jornadas, y planean ir a 18-20 equipos, lo que va a aumentar el número de partidos. Nosotros las opciones que hemos propuesto lo hemos hecho porque la Euroliga puso el calendario en medio, no porque queramos que los jugadores jueguen cuatro partidos seguidos.

-¿Le preocupa que la Euroliga quiera aspirar a ser una liga europea cerrada?

-Creo que es a donde la Euroliga quiere ir, a una liga fuera de los campeonatos nacionales e intentar crecer de esta manera. Eso es una manera de actuar en el mercado, pero tiende a fallar si no hay una integración vertical muy clara con la base. Todavía no estamos en una situación en la que los derechos audiovisuales o el boleto que paga el espectador sea la base de tu presupuesto. La realidad es el modelo económico de la Euroliga es de mecenazgo, no es económico, y el modelo deportivo de la Euroliga es dinero, no es deporte. No es malo ni bueno, simplemente distinto, pero está haciendo daño a las competiciones nacionales. En España, la ACB desde hace años, no puede tomar decisiones, cambia de presidente regularmente y está secuestrada por unos pocos. Con todo el cariño, porque yo a España le tengo mucho cariño, y lo mismo se trata de hacer en otros países. Y ahora se ataca a los equipos nacionales. Al final, es eso, que unos pocos tratan de imponer, y lo consiguen, su filosofía y su razón de ser al resto. Y, al final, hay muchos perjudicados.