El suizo roza la perfección

Alberto Berasategui

DEPORTES

16 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Qué pena no poder ver a este Federer, tan agresivo, acertado y rejuvenecido, en tierra. Entonces podríamos enfrentar esta nueva edad de oro del suizo con el sobresaliente rendimiento actual de Rafa Nadal en otra superficie. En pista rápida lleva cinco victorias seguidas. Ha acentuado su propuesta con un tenis más rápido todavía, más directo, de puntos más cortos. Utiliza mucho contra Rafa el bote pronto, evita ceder terreno y apenas se aleja de la línea de fondo.

Más allá de la sensación de una cierta fatiga por encadenar muchos días compitiendo o la falta de chispa para leer algún servicio del rival, no se puede decir que Rafa haya jugado mal. Sacó incluso mejor de lo que acostumbra, y jugó con profundidad, pero fue arrollado por las virtudes de Federer y en realidad varios de sus errores no forzados estaban condicionados por los misiles que enviaba el suizo.

En partidos como el de ayer Federer roza la perfección. ¿Qué podría haber hecho Nadal para romper ese ritmo infernal? Poco porque además la pista de Shanghái es rapidísima, casi pulida. Quizá pudo buscar alguna bola angulada para abrir la pista, o elegir más veces el revés cortado, pese a no es un especialista en ese golpe, pero enfrente recibía misil tras misil, lo que complica todo.

Ambos se reinventan constantemente, así que seguro que Rafa encontrará la fórmula para hacer frente a Roger, como Roger la encontró para sonreír ahora ante Rafa.