El deporte le sirvió de integración en la sociedad, es su medio de vida y le permitió estudiar
18 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Solange Pereira nació en Portugal, en donde corrió su primera carrera con seis años. A los 10 descubrió el atletismo cuando se instaló con su familia en Fuerteventura y a los 17 encontró su sitio en el mundo en Cangas. Campeona de España de 1.500 metros, reina de la milla y mundialista, asegura que el atletismo ha sido un salvavidas para ella. Por integrarla en la sociedad, por darle la oportunidad de vivir y estudiar, y seguramente por ser la base de su futuro. Aunque su sacrificado deporte solo le alcance para sobrevivir, como asegura.
-¿Qué es para usted el atletismo?
-Ahora es mi trabajo, pero ha sido mi salvavidas. Es mi deporte, me ha servido como integración en la sociedad, porque cuando vine para España me encontré con un nuevo idioma y una nueva cultura por mucho que se parezca a Portugal. Me costó mucho adaptarme y el atletismo hizo que me integrara en la sociedad y que me aceptaran. Gracias al atletismo he conocido muchísimas culturas y he viajado mucho. Me ha dado muchísimo, lo primero unos valores que me han servido para crecer como persona.
-¿Por qué eligió ser atleta?
-Creo que me eligió el atletismo a mí. Probé algún deporte más, pero lo que se me daba bien era correr. Yo tenía un pique con mis amigos de pequeños que hizo que me motivara y fue en el deporte en el que veía que mis cualidades eran buenas.
-Llegó a Fuerteventura con 10 años, ¿fue ahí en dónde comenzó a correr?
-Allí fue en donde conocí de verdad el atletismo, pero en Portugal ya había hecho algunas carreras cuando era muy pequeñita. En el 25 de abril en el pueblo hacen una carrera, participan todos los niños y yo fui y quedé de segunda en la general y solo me ganó un chico. A partir de ahí dije: «Soy buena corriendo». Tenía seis o siete años.
-¿Se imaginaba Cangas como un pueblo tan deportivo?
-Me llevé una sorpresa porque cuando vine para aquí desconocía la tradición deportiva que hay en el pueblo, que es una pasada. Tener a piragüistas que son referente a nivel mundial, Perucho, Cal, Teresa, Sonia Molanes, y los que están viniendo, porque hay niños muy prometedores, y luego el balonmano, el fútbol y en atletismo hay gente muy buena. Me contaron la historia de que el Vila fue campeón de España de cros. Tienen una cultura muy arraigada en este pueblo.
-¿El atletismo da para vivir?
-Da para sobrevivir. Para vivir de esto tienes que ser top élite mundial, tienes que ser Ruth Beitia y luego yo sobrevivo porque soy corredora, porque si fuera saltadora o lanzadora no sobrevivía. Hay modalidades en el atletismo que no están reconocidas, y luego porque yo abarco muchísimas pruebas, desde el 1.500 hasta un 10 km, por eso tengo más posibilidades para ganar algo de dinero. Si no gano en pista, hago mis bolos de millas o de 10 km, claro que tengo que vencer o estar entre las tres primeras.
-¿Ese arco tan grande es por preparación o por dinero?
-Primero, porque es bueno para mi entrenamiento. A veces corro algún 10 kilómetros por Galicia porque me viene bien para un entrenamiento largo y de paso si me puedo llevar un dinerito, mucho mejor.
-¿Cuántas locuras económicas ha hecho por ir a un mitin?
-Por suerte soy ahorradora, siempre tengo algo para urgencias, y también me ayuda mi pareja. Por ejemplo a Rabat me tuve que dejar un dineral a última hora.
-¿Por cuánto salió la mínima del mundial?
-No sé calcular pero más de 1.000 fijo, pero fueron bien invertidos. Galicia está muy mal comunicada, los vuelos son carísimos y hay pocas posibilidades.
-Licenciada en INEF, entrenadora en ciernes, ¿de mayor qué quiere ser?
-Tengo muchas dudas porque no sé por donde encauzar mi vida, pero la idea es estar relacionada con el deporte, no sé si me dedicaré al ámbito del entrenamiento o a la docencia.
-¿De no ser atleta, qué habría sido?
-No lo sé. Mi familia es muy humilde, y yo vi la escapatoria en el atletismo porque vi que tenía cualidades, pero igual no tenía una carrera universitaria e igual estaba trabajando en un hotel en Canarias o en la fábrica con mi madre en Portugal. El atletismo me ha rescatado y he podido hacer mis estudios y tener un reconocimiento.
En corto
La familia, sus tres gatas y el ambiente de O Gatañal para animar al Cangas son las grandes aficiones de Solange.
-¿Algún tatuaje?
-No llevo ninguno. Ojalá pueda hacerme algún día el tatuaje de los aros olímpicos.
-¿Principales aficiones?
-Tengo muchas. La mayor, estar con mi familia porque casi estoy todo el año compitiendo y puedo verlos muy poco. También me gusta mucho ir a ver al Balonmano Cangas, porque somos muy peleones y es increíble cómo está la gente con el equipo; estar con mis amigos, con mis gatas...
-¿Cómo se llaman?
-Tengo tres: Nica, Chenoa y Manchita.
-¿Es de series?
-Alguna, ahora estoy viendo Juego de Tronos, que había perdido el hilo y ahora lo estoy retomando.
-¿Cuál es su película favorita?
-La vida es bella.
-¿Un libro?
-Me gustó mucho Los Pilares de la Tierra.
-¿Qué música le gusta?
-De todo tipo menos heavy metal.
-¿El sitio más bonito que ha visitado en el mundo?
-Me quedo con Cangas, no cambio a Cangas por nada.
-Nació en Portugal, vivió en Fuerteventura y reside en Cangas, ¿de dónde es?
-Soy de todos los lados y de ninguna parte, pero ahora ya soy canguesa.
-¿El viaje soñado?
-Tengo muchos, porque los viajes de atletismo no dan para nada. La gente me decía qué tal Ámsterdam, y yo le decía que solo había visto la pista. Tengo ganas de ir a Nueva Zelanda.