Sloane Stephens, del infierno a la gloria en 143 días

ariel greco NUEVA YORK / DPA

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JEWEL SAMAD | AFP

La tenista ha pasado de no poder caminar a enfrentarse este sábado en la final del Abierto de Estados Unidos a su compatriota Madison Keys

09 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace cinco meses, Sloane Stephens no podía andar después de una operación de tobillo. Este sábado, 143 días después de volver a caminar, la tenista, de 24 años, disputa en el Abierto de Estados Unidos su primera final de Grand Slam contra la también estadounidense Madison Keys, con la que comparte un pasado de dolencias físicas, pues esta aún después de Roland Garros tuvo que pasar por el quirófano para operarse la muñeca.

El pasado 18 de abril, Stephens subió un vídeo muy especial a su cuenta de Twitter. «Día 1 caminando... Emocionada», escribió con la secuencia de sus primeros pasos tras la última operación. A través de la red social fue contando su evolución. Por ejemplo, cuando comenzó a golpear con su raqueta sentada en una silla o cuando anunció su regreso para Wimbledon, donde se despidió en la primera ronda.

La lesión mantuvo a Stephens once meses fuera del circuito y la hundió hasta el puesto 957 del ránking a principios de agosto. Sin embargo, las invitaciones para Toronto y Cincinnati le cambiaron el panorama, pues en ambos llegó a las semifinales. La tenista que había irrumpido con solo 19 años en el circuito gracias a una victoria en el Abierto de Australia del 2013 contra Serena Williams y su primera semifinal en un grande, estaba de regreso.

Sin embargo, nadie podía imaginar que un mes y medio después de volver a jugar iba a estar a las puertas de su primer título de Grand Slam.

Si algo caracterizó a Stephens a lo largo de su carrera y de su vida, fue sobreponerse a las adversidades. Criada por su madre, Sybil Smith, la primera nadadora negra en ser citada para el equipo universitario de Estados Unidos, no pudo conocer a su padre, John Milton Stephens, un exjugador de la Liga estadounidense de fútbol americano, hasta los 13 años.

No obstante, este no pudo verla brillar. Justo cuando la joven Sloane disputaba su primera calificación para el Abierto de Estados Unidos con 16 años, Stephens pereció en un accidente de tráfico. Dos años antes también había muerto a consecuencia de un cáncer Sheldon Smith, el segundo marido de Sybil y principal impulsor de su carrera tenística.

Aquella aparición fulgurante que la colocaba como sucesora natural de las hermanas Williams no se terminó concretando. No poder soportar la presión que ella misma generaba la fue retrasando en la clasificación. Cuando por fin se levantó logró en Washington su primer título y le siguieron otros tres en el 2016. Pero cuando regresó al top 20 comenzaron las molestias en el pie que la obligaron a parar después de perder en la primera ronda de los Juegos de Río.

Once meses después, la mentalidad es otra. «Ya no tengo presión, juego para divertirme», asegura al respecto de este regreso mágico en 143 días.