Sorprendente baja actitud de España. Mal. En el único partido serio de esta primera fase, nuestro equipo no dio la talla en el sitio donde se ganan los campeonatos: la defensa. Regalamos dos cuartos a Croacia. Y en el show final de las técnicas a punto estuvimos de vernos con un disgusto inesperado.
Obviar esta falta de rigor defensivo es cerrar los ojos. Una falta llevaba España a falta de 13 segundos para terminar el primer cuarto. La segunda unidad salió al rescate para dar la primera ventaja en el marcador en el último segundo (21-20). Y esa misma intendencia siguió por el buen camino hasta el descanso. Mejor España con los que salieron del banquillo que con los titulares. Croacia metió 12 puntos en ese parcial. Ese era el camino.
El tercer cuarto repitió el inicio. A falta de 50 segundos llevábamos una falta. Y circunstancial o no, quien la hizo fue Juancho Hernángomez, que si estaba ayer por la labor. Y es que una cosa es situarse en defensa, y otra distinta es defender. Tocó corneta Scariolo para el último período y en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos en bonus en el cuarto final. En condiciones normales, es muy mala señal que el rival disponga de ir a la línea de los tiros libres los últimos ocho minutos del partido. Pero en este caso fue lo opuesto. Mejor así.
La defensa fue la que se espera. Es cierto que Croacia anotó 19 puntos, pero producto de las técnicas y los desesperados 1x1 de Bogdanovic en los 3 ataques finales. Apareció una versión real de España. Muy bien Ricky. Sobresaliente. De forma opuesta, Marc Gasol estuvo out. Saric hizo de él un juguete.