Mayweather jugó con McGgregor en el combate más polémico del año

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El púgil estadounidense nunca tuvo problemas frente al luchador irlandés

27 ago 2017 . Actualizado a las 13:46 h.

El boxeador estadounidense Floyd Mayweather se impuso la noche de este sábado por k.o. técnico en el décimo round al irlandés Conor McGregor, la estrella de las artes marciales mixtas, en un combate del que se esperaba mucho y que, al final, dio poco.

Mayweather, que llevaba dos años sin combatir, confirmó su adiós al ring, como ya lo ha hecho en otras ocasiones. «Ésta fue mi última pelea, damas y caballeros. Escogí esta noche para bailar con una gran pareja como McGregor, que fue mejor de lo que esperaba», dijo.

Además, a pesar de la polémica por el rival, el púgil de 40 años alargó con esta victoria su récord  -50 peleas sin perder- y desbancó al mítico Rocky Marciano, que se quedó en 49 triunfos y cero derrotas.

«Una victoria siempre es importante, no importa cómo la logres. Marciano es una leyenda para mí y está en el Salón de la Fama, donde espero estar junto a él», puntualizó.

«(McGregor) es un competidor duro. Le dimos a la gente un buen espectáculo, se lo debía a los aficionados por la pelea contra (Manny) Pacquiao. Les debía un mejor espectáculo como el de hoy», agregó.

Los primeros tres asaltos fueron parejos. Mayweather se dedicó a lo que mejor sabe hacer: defenderse. Pero McGregor lo sorprendió, no con sus golpes, sino con su postura. Ea evidente que era su primera pelea profesional en el boxeo.

McGregor intentó atacar, pero sus golpes de martillo y sus abrazos por la espalda de Mayweather no hicieron efecto. El irlandés de 29 años fue entusiasta, pero nunca preocupó a su rival.

La pelea empezó a definirse en el sexto asalto. McGregor, acostumbrado a las artes marciales mixtas, nunca había disputado más de cinco. Mayweather empezó a soltarse en el cuadrilátero, pero sin mostrar contundencia.

 A pesar de ser once años menor que Mayweather, McGregor ya dejaba ver su cansancio de forma notoria. Y Mayweather aprovechó para desgastarlo entre el séptimo y octavo asalto. Fue el noveno en el que el norteamericano dejó prácticamente liquidado a su rival.

Pero McGregor aguantó de pie, a pesar de cada vez se veía más lento y no podía ni levantar los guantes a la altura de su cara. Mayweather culminó la batalla con una serie de combinaciones en el décimo asalto inédita en su carrera.

El árbitro Robert Byrd decidió detener la pelea cuando McGregor sólo podía sostenerse contra las cuerdas y, desgastado como nunca, se había dedicado a abrazar a Mayweather. Para el estadounidense fue el primer KO, en este caso técnico, desde 2011. 

«Hoy convertí (a Mayweather) en un boxeador mexicano»

«Hoy convertí (a Mayweather) en un boxeador mexicano, hoy peleó como mexicano», declaró McGregor. «Mis piernas no aguantaron, sentí que se ponían cada vez más frágiles, le dije al réferi que me deje continuar hasta derrumbarme» añadió.

«No es el más rápido ni el más fuerte, pero tiene una compostura increíble», señaló un alegre McGregor a pesar de la derrota. «Debieron dejarme seguir porque nunca caí a la lona, fue por cansancio, no por el daño que me hizo», concluyó el púgil.

Se esperaba que el combate, realizado en el T-Mobile de Las Vegas, en el estado de Nevada, fuera visto por más de 50 millones de personas. Y unos ingresos de 600 millones de dólares