El Mundial de las sorpresas

La Voz X. R. C. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

SRDJAN SUKI | Efe

Al menos una decena de pruebas, de todo tipo, estuvieron dominadas por atletas que a priori no contaban para el triunfo

14 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A falta de marcas, Londres pasará a la historia como el Campeonato del Mundo de las sorpresas. No hubo día durante la cita en el que un teórico secundario no sacudiese las previsiones de las casas de apuestas. En la velocidad, en los obstáculos, en el fondo, en las vallas... No hubo disciplina que se salvase de la quema.

Usain Bolt pegó el primer petardazo. El rey de la velocidad llegaba a Londres sin una sola derrota en grandes citas en una década y en su carrera más humana de la historia tuvo que conformarse con el bronce. Diez años después volvió a ganar un americano, Justin Gatlin. Más sorpresa aún fue el 100 femenino, en donde se repitió la historia. La jamaicana Elaine Thompson, aunque había estado lesionada, era la favorita. Pero ganó Tori Bowei.

Guliyev, azerbaiyano nacionalizo turco completó las quinielas rotas de la velocidad al colarse entre Van Niekerk y Makwala en los 200. Pero Ramil no fue la única sorpresa blanca en Londres. En los 400 vallas Karsten Warholm, un joven noruego, mandó al tercer puesto del cajón a Kerron Clement. Lo hizo con un final apoteósico, el mismo que utilizó el francés Bosse en el 800 para dejar sin premio al polaco de nombre impronunciable (Kszczot).

El tartán del estadio olímpico vio también caer a dos mitos: Mo Farah en el 5.000 metros y Allison Felix en el 400. El somalí nacionalizado inglés se despedía de la pista en su casa y era el único candidato al oro en el 5.000. Invicto desde el año 2011 en el Mundial de Daegu, parecía imposible que no sumara su quinto doblete dorado. Pero de nuevo un etíope (Muktar Edris) se cruzó en su camino para dejarlo sin su último título en la pista. Allyson Felix quería un doblete en su despedida, pero solo recaudó el oro del 4x100 americano. En la prueba de la vuelta a la pista no pudo reeditar el oro del Mundial de Pekín y perdió ante su compatriota Phyllis Francis, que nunca había visitado un podio en grandes citas.

Kenia fue otro de los damnificados por esta rebelión inesperada. Su maracanazo llegó en los 3.000 obstáculos femeninos cuando dos estadounidenses atacaron su trono: Emma Coburn y de Courtney Frerichs. Jepkemoi solo pudo acabar tercera. Ni el relevo se salvó de este aluvión. Porque si Estados Unidos no naufragó en el 4x100 masculino en esta ocasión ante Jamaica, que le había batido en las cuatro citas anteriores, lo hizo ante Gran Bretaña.