Froome resiste el empuje de Bardet

Aleixandre Méndez
Aleixandre Méndez REDACCIÓN / LA VOZ

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CHRISTIAN HARTMANN | Reuters

El británico aguantó las embestidas del francés en una etapa alpina que se llevó Roglic y que protagonizó Contador con otro ataque lejano

20 jul 2017 . Actualizado a las 00:41 h.

Chris Froome dio ayer otro importante paso hacia su cuarto triunfo en el Tour de Francia, después de resistir con solvencia los ataques de Bardet camino de la cima del Galibier. El británico, arropado una vez más por un Sky demoledor para sus rivales, no dio muestras de flaqueza en una etapa en la que la victoria fue para el ruso Primoz Roglic (Lotto-Jumbo), y en la que Contador fue de nuevo protagonista al volver a intentar, sin éxito, llevarse el triunfo lanzando un valiente ataque desde lejos.

Con dos colosos en el recorrido como la Croix de Fer y el Galibier, que se subió por la vertiente que incluye la ascensión al Télégraphe, la etapa de ayer parecía propicia para empezar a aclarar quién será el ganador de la presente edición del Tour. Sin embargo, la igualdad de fuerzas que volvieron a demostrar los principales candidatos al triunfo final deja un día más abierta la lucha por el amarillo. De hecho, solo Fabio Aru, que tras sufrir en el tramo final de la ascensión al Galibier perdió 31 segundos en meta con el resto de favoritos, parece haber perdido enteros en esta lucha, aunque más por las muestras de debilidad que por el tiempo cedido. Pero con los cuatro primeros todavía separados por menos de un minuto en la general, las espadas se mantienen en todo lo alto a la espera de lo que suceda en la jornada de hoy, con final en el Izoard, y en la crono del sábado en el horizonte como juez definitivo de la carrera.

En una etapa con auténtico sabor a Tour, Contador quiso de nuevo revivir las sensaciones de sus mejores tardes, repitiendo el guion que le dejó con la miel en los labios hace menos de una semana en Foix tras protagonizar una larga cabalgada junto a Mikel Landa. Sin opciones en la general, y después de volver a perder tiempo el día anterior, el pinteño buscó su oportunidad atacando al poco de iniciarse la ascensión a la Croix de Fer, todavía con 125 kilómetros por delante. Y tras alcanzar a la escapada que se había formado al inicio de la jornada, el español parecía ganar enteros para obtener un premio merecido a su insistencia en un Tour en el que, a falta de piernas, está luchando a base de corazón.

Sin embargo, su esfuerzo acabó siendo en balde. Y pese a ser el corredor con más cartel de la fuga, acabó sucumbiendo a la fortaleza de un Roglic que se llevó la victoria con todo merecimiento tras completar una gran ascensión al techo del presente Tour. El esloveno, después de un ataque incontestable en la fuga, coronó en solitario el Galibier con casi dos minutos sobre sus perseguidores, y esa ventaja acabaría siendo definitiva para un rodador que ayer confirmó también sus dotes cuando la carretera se empina. 

Aru, el gran perjudicado

Por detrás, entretanto, la etapa discurrió al ritmo marcado por el Sky, hasta que a falta de cinco kilómetros para la cima del último puerto del día Bardet enseñó los dientes. Sin embargo, tanto Froome como Urán respondieron con seguridad a sus ataques, con Landa ejerciendo de nuevo de fiel escudero del británico. Solo Aru, que ayer conoció en sus carnes los rigores de los Alpes, se salió de la foto, aunque sigue vivo en la pelea por un Tour que hoy vivirá su última gran batalla en la montaña camino del Izoard.