El empresario Ignacio Rivera tantea la compra del Racing

Jose VALENCIA / Álvaro Alonso FERROL / LA VOZ

DEPORTES

ANGEL MANSO

El Concello de Ferrol vende su paquete del 39 % de las acciones de la sociedad, pero el comprador necesitará otro 11% para controlar la entidad

19 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El empresario coruñés Ignacio Rivera estudia la compra del Racing de Ferrol, aprovechando la venta por parte del Concello de las acciones que le pertenecen, un 39,09 %. Así lo confirman personas próximas al proceso y fuentes municipales. La intención del consejero delegado de Hijos de Rivera sería la de adquirir a título particular ese porcentaje de participaciones (el concurso de venta ya está abierto) y lo más lógico es que ese movimiento fuese ligado a un posible acuerdo con la familia Silveira para obtener otro 11 % -del total de 22 % que tienen en su poder-. De esta forma, Rivera acabaría teniendo en su mano un total del 50,09 %, más de la mitad, y sería el mayor propietario con el control del club, que la próxima temporada militará en Segunda B.

El empresario se ha desplazado a la ciudad en varias ocasiones para entrevistarse con los herederos de Isidro Silveira Cameselle, sus hijos, Jorge, Isidro y Borja. Todo indica que la intención del empresario coruñés es la de hacerse con los dos paquetes de acciones, y de ahí las negociaciones de los últimos meses. La compra de títulos podría realizarse a través de una compañía en la que es socio mayoritario y en la que también participan otras personas de diferentes ámbitos y puntos de España. 

Patrocinador de otros clubes

Si finalmente esta operación saliera adelante no sería el primer contacto de este empresario con el fútbol. La empresa Hijos de Rivera aglutina en torno a un 3 % del accionariado del Deportivo y, además, la marca Estrella Galicia está presente como patrocinador en los principales clubes gallegos.

Sin embargo, la de Ignacio Rivera no es la única opción que ha trascendido en Ferrol para adquirir el grueso accionarial del Racing. El empresario sarriano Francisco Pérez, que hace varios meses se convirtió en el propietario del Extremadura, fue uno de los que más interés mostró por entrar en el capital de la entidad racinguista. La disposición del vigués Míchel Salgado, que contaría con el apoyo de un grupo catarí, e incluso de un grupo de empresarios ferrolanos, se suman, asimismo, al plantel de opciones de quienes podrían estar dispuestos a pujar por la entidad deportiva ferrolana. Así como representantes de grupos de inversión, especialmente asiáticos y también sudamericanos, que han visitado en los últimos meses tanto al Concello como a los herederos de Isidro Silveira. Al parecer, algunos de ellos desistieron al no tener ninguna de las partes más del 50 % de las acciones.

De esta forma, el Racing, uno de los clubes históricos del fútbol gallego y que en el 2019 celebrará su centenario, probablemente cambiará de manos en los próximos días. Isidro Silveira Cameselle, propietario del 21,8 % de las acciones, apoyado en los títulos delegados por el Concello de Ferrol (que siempre confío en él, al margen del signo político de cada Gobierno municipal) dirigió el proyecto racinguista durante los últimos 25 años. Con su fallecimiento el pasado mes de diciembre todo se ha precipitado.

El Concello de Ferrol, accionista mayoritario del Racing SAD con el 39 % de los títulos, ha decidido desprenderse de su participación. El BOP del pasado lunes publicó el concurso público y el pliego de condiciones para la venta de las acciones, en el que se establece un plazo de tan solo quince días naturales para presentar las ofertas. Las acciones que sacará a la venta el Ayuntamiento -16.698- tienen un precio mínimo de salida de 401.419,92 euros, a 24,04 euros cada una. 

El pliego de condiciones

Pero no se venderán de cualquier forma. El pliego de condiciones está repleto de cláusulas encaminadas a evitar que sea una operación especulativa y a impedir la deslocalización del club. En el documento se indica que se valorará en un 30 % la propuesta económica y en un 70 % el proyecto deportivo.

Esta redacción intentó recabar, sin éxito, la opinión de Ignacio Rivera sobre este proceso.

Sociedad anónima desde el 2001 y sin deudas

El Racing de Ferrol se convirtió en una sociedad anónima deportiva el 26 de julio del 2001. Se constituyó con un capital social de 2.567.644 euros, que se dividió de la siguiente forma: el Concello se convirtió en el socio mayoritario con el 49,16 % de las acciones; la familia Silveira suscribió el 21,98 %, y el resto quedaron repartidas entre varias personas cercanas al club, así como miles de accionistas minoritarios, abonados entonces al club. Tres años más tarde, en junio del 2004, el pleno del Concello ferrolano acordó la venta, a la propia sociedad, del 10 % del capital, que la entidad mantiene desde ese momento como autocartera. Más adelante, en diciembre del 2014, se acordó rebajar el capital total, a fin de compensar las pérdidas acumuladas, hasta los 1.027.057,56 euros que se mantienen en la actualidad. No obstante, en los últimos años, el club echó mano del capital social, un cajón que sirvió para paliar los déficits de cada una de las campañas. Según la auditoría encargada por el Concello a Audigal para la valoración de sus acciones, el patrimonio neto al final de la temporada 2015/2016 era de solo 546.367 euros. La previsión es de que la presente temporada se cierre con un activo todavía menor, de 361.867 euros. Sin embargo, parte de la deuda del último año viene propiciada por los retrasos de las ayudas del Concello. El capital social fundacional fue el que permitió en los últimos años a la entidad mantenerse como un club ejemplar en el pago y una entidad saneada, sin deudas. Al haberse gastado más de la mitad de su capital social, el Racing está, según los términos económicos, en quiebra técnica, pero se trata de una formalidad. La entidad sigue en buen estado pues, aún con falta de liquidez, no acumula ninguna deuda. La citada auditoría concluye que el Racing, técnicamente, roza la insolvencia, y apunta que la entidad verde tiene la necesidad de una inyección de capital.