El Atlético habría presentado una contraoferta al jugador, que habría paralizado las negociaciones para su renovación
11 jul 2017 . Actualizado a las 18:21 h.El culebrón del verano tiene nombre, apellidos, actores y cambios argumentales que ni el mejor guion de Hollywood podría haber escrito. Vitolo lo tenía hecho para prolongar su contrato con el Sevilla, ya que así lo reconoció su presidente Pepe Castro el lunes, pero el Atlético no había dicho su última palabra. Los rojiblancos contragolpearon este martes ofreciendo cinco millones por temporada al jugador y dinamitaron la operación. El extremo ahora apunta al Wanda Metropolitano. «Vitolo es jugador del Sevilla para las próximas cinco temporadas. Estamos enormemente contentos por haber llegado a este acuerdo; sólo tenemos palabras de elogio para él», aseguró el máximo mandatario sevillista el lunes.
Sus palabras zanjaban de una vez por todas el interés del Atlético, calmaban a la parroquia de Nervión y dejaban en nada el sueño de Las Palmas de volver a contar con el grancanario hasta el mercado de invierno. Nada más lejos de la realidad. El Atlético contragolpeó con una oferta irrechazable de cinco millones de euros por temporada y Vitolo, que todavía no había estampado su firma en el nuevo contrato, dio marcha atrás y se replanteó su renovación. A partir de ese momento el nombre del extremo no paró de sonar en un fuego cruzado en el que ambos clubes defienden sus intereses. El Sevilla se aferra al acuerdo alcanzado 24 horas antes. «Tenemos un acuerdo por escrito ayer con su agente y con su padre a la espera de la firma de los documentos y esperemos que se rubriquen», aseguró Pepe Castro en la presentación del delantero colombiano Luis Muriel. Su versión choca con la de un Atlético que espera que ese último esprint le permita concretar uno de los dos fichajes anhelados por el Cholo Simeone.
Vitolo viajó el martes por la tarde a Madrid, por lo que su acuerdo con la entidad rojiblanca podría estar más cerca. De ser así, el Sevilla estaría dispuesto a emprender acciones legales contra el jugador por no firmar el acuerdo alcanzado 24 horas antes. Ese nuevo contrato suponía que su cláusula de rescisión pasaba a ser de 50 millones de euros, una cantidad que el Atlético no tendría que alcanzar. El club colchonero considera que sólo debe desembolsar 37,5 y última la fórmula para eludir la sanción