Una etapa con todos los ingredientes que deja el Tour todavía abierto

José Ángel Vidal

DEPORTES

10 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La de ayer fue una etapa que hacía tiempo que no se veía: todo el día a mil por hora, con el pelotón roto en mil pedazos, lluvia, caídas... Sin duda, fue una jornada en la que hubo de todo. Y en este escenario, el líder, Chris Froome, supo salvar el día apoyado por el gran equipo con el que cuenta.

El AG2R, en el día en que llegaba a la sede del equipo, buscó el protagonismo con un ataque desde lejos aprovechando la bajada de uno de los primeros puertos del día completando un gran etapa, aunque finalmente no pudo rematarla con el triunfo de un Bardet que lo intentó hasta el último metro.

En cuanto a los favoritos, una de las sorpresas fue ver que Froome quizá no estuvo tan fuerte como cabría esperar, aunque atacó y aguantó los embates de sus rivales. Quienes sí fallaron fueron Quintana y Contador, aunque en el caso del español condicionado por dos caídas que, posiblemente, le impidieron comer entre puertos y los nervios de una jornada así pudieron también pasarle factura. Aunque peor fue el día para Geraint Thomas y Richie Porte, a los que sendas caídas les enviaron a casa.

Con todo esto, los grandes beneficiados de la jornada, que salen reforzados de la misma, son sin duda Rigoberto Urán, vencedor de la etapa, Aru, Bardet y, en general, el grupo de favoritos que se jugó el triunfo en Chambery. En cualquier caso, aunque las diferencias siguen siendo mínimas entre los primeros, y pese a que esta vez Froome se acerca al ecuador del Tour sin haber logrado una gran ventaja, el británico sigue siendo, mientras no se demuestre lo contrario, el gran favorito al triunfo final en París. No en vano, el líder del Sky es un gran contrarrelojista, y cuando la carretera se empina, cuando tiene un buen día, puede descolgar a cualquiera.

De todos modos, hay que recordar que solo se ha disputado la primera parte de este Tour. Hoy el pelotón tendrá una esperada jornada de descanso y, a partir de mañana, se verá qué sucede. Porque el Tour es una carrera de tres semanas, y quienes quieran ganarlo todavía tendrán que luchar mucho en las dos que aún les quedan por delante.