Bravo frena a Portugal y mete a Chile en su tercera final consecutiva

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SERGEY DOLZHENKO | EFE

La tanda de penaltis puso emoción a un duelo en el que ninguna de las selecciones encontró el camino del gol

29 jun 2017 . Actualizado a las 07:51 h.

Claudio Bravo metió hoy a Chile en la final de la Copa Confederaciones de Rusia al contener tres disparos de Portugal en la tanda de penaltis después de que el partido acabara sin goles en tiempo reglamentario.

El capitán chileno, elegido hombre del partido, hizo justicia con el buen partido de Chile y detuvo los lanzamientos de Quaresma, Moutinho y Nani para meter a «La Roja» en su tercera gran final consecutiva en tres años.

El equipo de Juan Antonio Pizzi se jugará el título el domingo en San Petersburgo ante México o Alemania, que disputarán la otra semifinal en Sochi.

El partido fue digno de dos equipos que vienen de sellar su entrada en la élite del fútbol mundial y que llegaban como favoritos a la copa, un «ensayo general» del Mundial que reúne a los campeones de cada confederación, al campeón mundial y al anfitrión.

También ofreció a los 40,800 espectadores un duelo entre los nombres más potentes del torneo y máximos goleadores históricos de su selección: un Cristiano Ronaldo lanzado a su quinto Balón de Oro y el aspirante a robarle protagonismo en Rusia, Alexis Sánchez.

El técnico Fernando Santos tuvo que acomodar su formación por las bajas del apercibido Pepe y el lesionado Raphael Guerreiro, aunque recuperó a último momento a Bernardo Silva. Juan Antonio Pizzi pudo alinear en cambio a su Chile de gala con todas las estrellas.

«¡A dejar la vida por nuestra Patria!», había pedido Arturo Vidal. Su equipo cumplió y salió a hacerse con el balón ante un público claramente de su lado, pero dejó huecos explotados una y otra vez sobre todo por un Cristiano Ronaldo muy volcado a la izquierda.

El partido se abrió así en un ida y vuelta que hizo protagonistas a los porteros en el primer cuarto de hora: Rui Patrício tapó un clarísimo mano a mano a Eduardo Vargas tras una gran asistencia de Alexis Sánchez y Bravo un disparo a quemarropa de André Silva, habilitado por Cristiano Ronaldo.

El despliegue pasó factura a dos equipos que llegaban ya al límite físico y el ritmo cayó, pero no las ocasiones: Charles Aránguiz cabeceó fuera un centro de Mauricio Isla y en la siguiente falló un balón que le llegó al área tras un intento de chilena de Vidal.

La posesión era chilena, pero Cristiano Ronaldo seguía desquiciando la banda izquierda y en un desborde al filo del entretiempo centró a Andre Silva, que cabeceó forzado cayendo con Pablo Hernández. El luso pidió penalti, pero solo consiguió que le sacaran amarilla.

Los primeros compases de la segunda mitad volvieron a encender al estadio. Vidal cabeceó por encima del travesaño un centro de Jean Beausejour y en la siguiente Vargas estuvo cerca de marcar el gol del torneo con una chilena contenida por Rui Patrício. Respondió Cristiano Ronaldo con un bombazo desde la izquierda tapado por Bravo.

El astro del Real Madrid y Vidal volvieron a hacer temblar el marcador con sendos disparos desde fuera del área y el partido parecía para cualquiera de los dos lados mientras desde la tribuna bajaba el «¡Chi chi chi, le le le!».

El técnico Santos buscó dar aire al equipo y metió a Nani y Quaresma por Andre Silva y Bernardo Silva. Pizzi reaccionó reemplazando a Vargas por Martín Rodríguez, pero el empuje final de ambos lados no bastó para romper el empate y el duelo se fue a la prórroga.

Parecía mala noticia para Chile, un equipo muy físico y que tuvo un día menos que Portugal para recuperarse tras el último partido de grupo, un sufrido empate 1-1 con Australia el domingo, pero «La Roja» tuvo a partir de ahí las mejores ocasiones.

En la primera mitad, Alexis Sánchez conectó un centro de Isla que salió besando el palo derecho de Rui Patrício. La segunda dejó un posible penalti del portugués Jose Fonte al recién ingresado Francisco Silva, pero ni el colegiado ni el nuevo videoarbitraje lo vieron así.

Una explosión final de Chile dejó un balón al poste de Vidal seguido de un travesaño de Medel, pero el duelo quedó condenado a los penaltis. Llegó entonces la hora de Bravo.

El portero y referente de Chile detuvo los primeros tres disparos lusos, mientras Vidal, Sánchez y Aránguiz no fallaron los suyos, en una tanda en la que Cristiano Ronaldo, que estaba para el final, se quedó sin disparar.

Chile, que nunca había ganado hasta hoy a Portugal, está así a un paso de seguir agrandando la historia de la «Generación Dorada».