La final del Europeo siguió la tónica de todo el campeonato y volvió a demostrar que en el baloncesto femenino actual España y Estados Unidos marcan el ritmo, y a continuación ya vienen todos los demás. Y en el masculino pasa algo similar. Ofrecemos un rendimiento en el que no dependemos de la inspiración de una jugadora. Hay un equipo y un cuerpo técnico detrás. Somos superiores a todos nuestros rivales europeos y solo una potencia como Estados Unidos nos puede hacer sombra. Claro que en un día o un partido enredado puedes perder, pero si esta selección está enfocada es muy difícil derrotarla.
En esta selección pasa lo mismo que con el equipo masculino. Disfrutamos de una generación irrepetible y Lucas Mondelo es un estratega formidable, pero sobre todo destacaría que hay un equipo en toda la extensión de la palabra, porque todos, jugadoras y el cuerpo técnico al completo van de la mano. Respecto a los rivales es un poco mejor en todo: un poco mejor en las bases, en las aleros y en las pívots, pero también en el staff. Y al final ese pasito adelante en cada posición se nota. Todo en esta selección es perfecto y los aficionados debemos valorarlo muchísimo, porque llega un día en que se acabará, es la ley del paso del tiempo.
Ya tengo ganas de que llegue el Mundial, porque va a ser apasionante, con ese doble duelo contra Estados Unidos en masculino y femenino como el mejor partido que podemos ver en esta época del baloncesto. ¿Los Juegos de Tokio? Llegar allí con esta generación es muy difícil, porque para España mantener este altísimo rendimiento es muy complicado y cualquier contratiempo le puede afectar más. Estados Unidos dispone de más cantidad de jugadoras, pero estamos ahí, a su lado, porque esta selección está haciendo todo muy bien, no porque sí.