Porsche sigue al mando en Le Mans

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JEAN-FRANCOIS MONIER | AFP

Tercer triunfo seguido de la marca alemana en las 24 horas

19 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El equipo Porsche aprovechó la debacle de Toyota, su gran rival en la disciplina, para imponerse por tercera temporada consecutiva en Las 24 Horas de Le Mans. El trinomio compuesto por el alemán Timo Bernhard y los neozelandeses Brendon Hartley y Earl Bamber, a bordo de un Porsche 919 Hybrid, tomó el liderato apenas a una hora del cierre de la carrera y se quedó con la victoria en la extenuante competencia, para repetir el hat trick de 1983 y 1998. «Es un sueño hecho realidad», dijo Bernhard apenas consumada la victoria. «Le Mans puede ser la carrera más atractiva, pero también la más cruel. Uno nunca lo puede predecir».

Y razón no le falta. Es que el Porsche número 2 tuvo problemas en el inicio de la carrera y había cedido 18 vueltas respecto a la punta después de estar casi dos horas en boxes. Aun así, aprovechó los abandonos del equipo Toyota durante la noche y la detención del Porsche número 1 del suizo Neel Jani, el británico Nick Tandy y el alemán André Lotterer cuando restaban menos de cuatro horas y se encaminaba a la victoria. Después de más de 360 vueltas y miles de kilómetros, Toyota volvió a sentir el lado oscuro de la clásica competencia, como le había sucedido el año pasado.

Cerca de la medianoche, dos de los tres coches de la marca japonesa sufrieron problemas que los obligó a abandonar. Uno de los autos estaba encaminado a ganar y el otro estaba con serias opciones de triunfo, bastante por delante del trinomio que celebró la victoria. Para la marca alemana es el décimo noveno triunfo en la tradicional prueba, desde su primera victoria en 1970, lo que constituye un récord para la carrera.

En el segundo puesto terminó el Oreca 07-Gibson conducido por el holandés de origen chino Ho-Pin Tung, el francés Thomas Laurent y el británico Oliver Jarvis, en un auto del equipo del actor Jackie Chan.

De una categoría inferior, el coche de Chan estuvo a poco más de una hora de completar un verdadero batacazo. Una de las curiosidades de la prueba estuvo en la largada, cuando el nueve jefe de la fórmula 1, el estadounidense Chase Carey, dio el banderazo de salida.