Sergio García: «Me gustaría tener la magia de Seve»

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Michael Madrid | Reuters

El jugador español afronta desde mañana el US Open, su primer grande desde que venció en Augusta

14 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos meses después de dejar atrás una serie de 74 grand slams sin títulos, Sergio García (Borriol, 1980) disfruta esta semana de su estatus como campeón del Masters en Erin Hills (Wisconsin). Allí juega desde mañana el US Open, su primer major desde que venció en Augusta. «La verdad es que cuando regresé, en The Players, estaba un poco abrumado por todo lo que supone ganar el Masters. De alguna manera no lo esperaba, no tenía esa experiencia. Me vi un poco más presionado de la cuenta, como si el hecho de ganar el Masters ya me obligara a hacerlo muy bien siempre». 

-¿Esa victoria significó en cierto modo una especie de liberación?

-Más que liberación yo diría que la victoria en Augusta significó mucho en sí misma, pero sobre todo por el modo como la conseguí. Me hizo sentir muy orgulloso el modo con que afronté cada día de competición y sobre todo el domingo.

-Usted insiste en que el Masters no le cambia. ¿Pero sí percibe que a su alrededor le ven ahora con otros ojos?

-Yo creo que las personas más cercanas a mí me ven como siempre, aunque es posible que haya mucha gente que me mire ahora con mejores ojos porque al fin y al cabo un Masters no se gana todos los años...

-Tras su victoria en el Masters, se ha señalado su madurez como una de las claves del triunfo porque siempre fue un jugador capaz de todo. ¿Lo siente así? ¿Cómo fue ese proceso?

-En el caso del Masters ha sido un proceso que venía de algunos años atrás y que consistía en intentar entender que el Augusta National es un campo que te da y te quita. En entenderlo y asumirlo como parte del juego.

-Otra clave, su pareja, Angela. ¿Qué influencia ha tenido en su carrera

-Angela es una parte muy importante en mi vida como lo son mi familia y mi equipo. Si estás bien fuera del campo se refleja en el campo también. Eso nos pasa a todos. Cuanto mejor estés, mejor rindes en tu profesión. Además, yo soy un jugador muy emocional, es cierto.

-Llegó su Masters el día que Seve cumplía 60 años. ¿Podría rescatar alguna anécdota personal con Seve?

- Simplemente, cada vez que salí a jugar con él una vuelta de prácticas ya me sentí un privilegiado. Ganar el Masters el día de su 60 cumpleaños fue algo así como un guiño precioso del destino.

-¿Qué virtud de Seve le gustaría tener?

-Pues la magia, cómo hacía parecer fáciles algunos golpes imposibles desde lugares donde solo él podía hacer recuperaciones milagrosas.

-¿Y de Chema, el otro maestro español que abrió el camino?

-En el caso de Chema creo que su perseverancia es impresionante después de todos los contratiempos que ha tenido. Es espectacular verle seguir trabajando horas y horas.

-Aunque fuese un proceso gradual, ¿cuándo comenzó a entender Augusta, a «querer» el campo, un recorrido que no era de sus preferidos?

-Cuando jugué en el Augusta National por primera vez me gustó mucho. Después hubo muchos momentos de frustración que hicieron que dejara de ser uno de mis campos preferidos. Finalmente ha sido un proceso de los últimos años en los que se puede decir que volví a comprender que era absurdo salir a pelearme con el campo.

-¿Recuerda alguna experiencia en Galicia, quizá jugando aquí de niño?

-Mi primer campeonato de España amateur con trece años lo iba a jugar en Galicia. Me iba un martes y el viernes anterior me rompí el brazo izquierdo y no pude ir. Creo que no he jugado nunca al golf en Galicia pero sí que he estado unas cuantas veces de vacaciones con mi familia.

«Seguro que en el futuro querré ser capitán de la Ryder»

Cinco títulos y un récord de 18 triunfos, cinco empates y nueve derrotas hacen de Sergio García un jugador de Ryder. ¿Y un futuro capitán? «De momento, ni me lo planteo, pero seguro que en el futuro es una experiencia que querré vivir».

-¿Ya tiene menú para la cena de Campeones del Masters 2018?

-Ya lo tengo bastante planeado, pero de momento sigue siendo secreto...

-Suele indicar que ya era feliz sin un grande. ¿Qué le llena al margen del golf?

-Estar con mi familia, con mi prometida, con mis amigos. Y practicar y ver otros deportes. Soy un apasionado del deporte.

-¿Sigue algún ritual para jugar?

-Más que un ritual son unas rutinas bastante concretas que repites antes de salir a competir y que solo pueden variar en pequeños matices.

«Me encantaría ganar el British, tengo una relación especial con los aficionados»

La chaqueta verde de campeón del Masters viaja con Sergio García «casi siempre».

-Manolo Piñero escribió en La Voz que, en su opinión, su padre ha sido su gran impulsor para alcanzar la cumbre. ¿Qué papel le otorga en su carrera?

-Lo que soy como golfista se lo debo a él. Su papel ha sido fundamental, decisivo.

-Siempre ha dicho que si pudiera elegir, el British sería su título soñado. ¿Siente que el triunfo en Augusta le da confianza para conseguirlo?

-Por supuesto. Cualquier victoria refuerza tu confianza y mucho más si ganas un torneo como el Masters. Aunque después la confianza hay que reforzarla y ganártela con el trabajo de cada día. Es cierto que me encantaría ganar el British, donde tengo una relación especial con los aficionados, así que haré todo lo que pueda para conseguirlo.

-Los próximos Opens serán en Royal Birkdale, Carnoustie, Royal Portrush y Royal St. George’s. No sé si es la palabra, ¿pero Carnoustie le debe un título por la victoria que se le escapó en el 2007?

-No creo que Carnoustie me deba nada. Lo único cierto es que allí estuve cerca de ganar y que se trata de uno de mis campos preferidos, si no el preferido, de la rotación del Open.

-¿Qué peso tiene la mente, la cabeza, en un jugador de golf?

-Muchísimo. Yo diría que en cualquier deporte de alta competición el control de la mente es de gran importancia, y en el golf, si cabe, un poco más.

-¿Qué otros sueños tiene por cumplir?

-En el plano profesional seguir dándome opciones de ganar más torneos y seguir mejorando día a día. En cuanto al plano personal tengo muchas ganas de formar mi propia familia y espero que los niños lleguen pronto.