Rubén de la Barrera: «Es para sentir orgullo estar con 32 años en Segunda División A»

DEPORTES

Marciano Perez Diario de León

Cree que su equipo se lo merece «por juego» y porque «nadie ha expuesto como la Cultural Leonesa»

04 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Rubén de la Barrera Fernández (A Coruña, 1985) sigue creciendo como entrenador. Colgó las botas con 18 años, siendo jugador juvenil del Victoria, porque sentía en su interior la llamada de los banquillos. Él dice que era un runrún, que sentía la necesidad de aportar. Como un insólito técnico veinteañero llevó al Villaralbo zamorano a luchar por el ascenso a Segunda B, categoría que no tardaría en conquistar (y destacar) con el Guijuelo y el Valladolid B. El pasado verano se hizo cargo de la Cultural y Deportiva Leonesa y el domingo la ascendió al fútbol profesional, haciendo que León disfrute de toda una Segunda División 43 años después de su última experiencia.

-¿Cómo se sintió tras la celebración?

-La sensación fue de una alegría inmensa por dos motivos fundamentales. El primero, por la plantilla, porque ha dado muchísimo durante la temporada. Y el segundo, por esta ciudad [León], que realmente es futbolera, que lleva años sin ver fútbol profesional y que ha respondido a las mil maravillas durante toda la temporada. Ha creído en nosotros, con mucha presencia en la grada, aportando calor, empujando... La verdad es que todo lo que expresaron en la celebración por las calles dice mucho más sobre lo que sentía de lo que podemos comentar nosotros.

-Renovado desde el mes de diciembre, ¿qué supone este ascenso para usted?

-Yo empecé muy joven, y ahora te paras, reflexionas y ves que es para sentir orgullo estar con 32 años en Segunda División A. Y me acuerdo de toda esa gente a la que he acudido. Además, me siento feliz por toda la gente que ha confiado en mí para este proyecto en León. En su día, cuando firmé, yo sentía que era el paso adecuado en mi carrera y el domingo se culminó para poder decir ya que la próxima temporada voy a tener la fortuna de ser primer entrenador en el fútbol profesional, que no era algo que me obsesionaba, pero sí que me hacía una gran ilusión.

-¿Gracias a quién es entrenador Rubén de la Barrera?

-Gracias a las circunstancias. Dejé de jugar y al poco comencé a entrenar. Son muchos más momentos que personas los que me llevan a tomar esta decisión. Porque ya en mi etapa de jugador había en mi cabeza ese runrún. Yo quería aportar, yo tenía especial inquietud por conocer este juego y, sobre todo, por poder transmitir eso que uno siente.

-Hicieron una gran temporada pero a unas jornadas del final se vieron terceros. ¿Llegó a temer que se perdía la Liga?

-Es cierto que cuajamos una primera vuelta perfecta y daba la sensación de que íbamos a ser campeones con mucha antelación. Tras el partido del Celta B, en casa, parecía que todo lo bueno que habíamos hecho se podía escapar. Pero si alguien se merecía ese título de Liga y el ascenso, ese era esta plantilla, por juego, por sensaciones, por querer y poder competir, y porque nadie ha expuesto como la Cultural. Las temporadas son largas y, en este caso, al haber contado con dos competidores de la talla del Racing de Santander y del Celta B, mantuvimos el hábito de competir hasta el último minuto de la última jornada. Y eso no nos ha permitido ni un momento de respiro y creo que nos ha ayudado ahora para enfocar el play off.

 «Rubén se ha construido en base a sus inquietudes»

A Rubén De la Barrera le gusta el buen fútbol pero, por encima de todo, prepara a sus equipos para que ganen partidos.

-¿Se ha visto a la Cultural que quería Rubén de la Barrera?

-A lo largo de la temporada hemos hecho un fútbol de un nivel altísimo. Y en el play off hemos visto a una Cultural que sabía competir. Y, seguramente, si nuestro rival fuera otro diferente, lo que se hizo en liga tendría continuidad. Pero el hecho de que el Barça B sea un equipo que por medios empleados resulta similar a nosotros, nos tocó adaptarnos. Aunque tanto en el partido de Barcelona como en el de León, ha habido momentos en el que hemos hecho muchas cosas similares a las que veníamos haciendo, sí es cierto que la eliminatoria la hemos superado en base a resultar flexibles, con una buena organización colectiva en base a no conceder espacios, en base a explotar situaciones de contraataque... Uno tiene que poseer recursos para aplicarlos en los momentos que sean necesarios y eso ha ocurrido. Lo hemos hecho y ahí está el premio del ascenso.

-¿Lo situaríamos entonces en la escuela de Guardiola?

-No. Rubén se ha construido en base a sus inquietudes, a conocer todo tipo de perfiles, tan variopintos como pueden ser unos relacionados a Guardiola y otros a un estilo totalmente diferente. Por eso soy un defensor a ultranza de la variabilidad. Es muy complicado expresar durante noventa minutos lo que quieres llevar a cabo y eso implica exprimir todas las posibilidades. Por un lado, ser capaces de someter a través de la gestión del balón y, por otro, ser un equipo fuerte, tremendamente organizado en los momentos que no somos poseedores. Hay que ser capaz de ser presionante en un espacio mucho más cercano a la portería rival o en espacios más retrasados y más próximos a la nuestra. Creo que eso lo hemos aplicado con éxito durante la temporada y, sobretodo, contra el Barcelona B.