La cuesta abajo de Tiger Woods

La Voz WASHINGTON / COLPISA

DEPORTES

NEZAR BALOUT | AFP

El ex número uno mundial, que no gana un grande desde el 2008, fue arrestado de madrugada por conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas

30 may 2017 . Actualizado a las 09:12 h.

La cuesta abajo de Tiger Woods no cesa. El astro norteamericano del golf fue detenido ayer por, presuntamente, conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas en Florida. El golfista, de 41 años, fue arrestado a las tres de la madrugada en la localidad estadounidense de Jupiter, según el portavoz de la policía local. Se sospecha que estaba ebrio y fue detenido y trasladado a la cárcel del condado de Palm Beach, en la que entró a las 7:18 horas de la mañana y salió sin fianza tres horas y media después.

En las primeras versiones, algunas fuentes policiales informaron de que aún no estaba claro si Woods había dado positivo en las pruebas de alcohol y drogas. Tampoco aclararon en primera instancia si iba solo o con más gente en el vehículo.

En todo caso, Woods prosigue su alarmante declive. Revolucionó el juego y alcanzó la cima de la clasificación mundial en 1997 y dominó el ránking mundial como no lo había hecho nadie antes. Mantuvo incluso el récord de semanas consecutivas (281) en el puesto número uno, hasta totalizar 633. A sus 32 años ya tenía catorce grandes, a solo cuatro del récord de Jack Nicklaus. Pero las lesiones comenzaron a hacerle pagar las consecuencias de tantos esfuerzos y desde el 2014 la carrera del estadounidense entró en un declive tan severo que a día de hoy aparece por detrás de los 700 mejores jugadores del planeta, según el ránking de la PGA.

Woods, ganador de 14 grandes y de 79 títulos en el PGA Tour, se había sometido el pasado abril a su cuarta intervención quirúrgica de espalda para aliviar los dolores crónicos que padece. Estuvo entre agosto del 2015 y diciembre del 2016 sin competir. Su último torneo fue el de Dubái el 3 de febrero, cuando firmó una tarjeta de 77 y se retiró al no poder soportar el dolor.

La semana pasada, escribió en su página web que desde su última operación se sentía mejor de lo que había estado durante años y se veía listo para intentar volver a la élite. «Mi cirujano y fisioterapeuta dicen que la operación fue exitosa, es solo cuestión de esperar», escribió Tiger Woods. «Estoy caminando y haciendo mis ejercicios, y llevando a mis hijos a la escuela. No hay prisa. Quiero jugar al golf profesional de nuevo», insistió, además de subrayar que se estaba tomando su futuro deportivo con tranquilidad: «En la actualidad, no estoy mirando hacia adelante. Ahora mismo, mi único objetivo es la rehabilitación y hacer lo que los médicos me dicen. Me estoy concentrando en metas a corto plazo».

Considerado el mejor jugador de golf de la historia, no es la primera vez que Woods copa los titulares lejos del campo de golf. Su vida privada salió a relucir a finales del 2009 tras un escándalo sexual que acabó con su matrimonio con Elin Nordegren. Tras un extraño accidente automovilístico de madrugada cerca de su casa en Florida, Woods confesó públicamente haberle sido infiel en reiteradas ocasiones por sus problemas de adicción al sexo. Aquella crisis, que desencadenó su separación, fue el primer gran revés en su carrera, que propició una retirada momentánea. Desde entonces, aunque volvió a competir a un gran nivel, ya no volvió a ganar ningún grand slam.