El esprint deseado por Gómez Noya

Paulo Alonso Lois
PAULO ALONSO LOIS REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

El pentacampeón persigue mañana en Australia su primer gran triunfo en la distancia más corta, el formato que beneficia a los jóvenes

07 abr 2017 . Actualizado a las 13:09 h.

Envuelto en su particular pelea contra el paso del tiempo y los cánones del triatlón, Javier Gómez Noya persigue mañana un objetivo cercano a lo imposible (TVG2, 8.00). Con 34 años, ya no encuentra rivales de su generación en las pruebas del Campeonato del Mundo de la ITU. Así que se siente un veterano entre veinteañeros. Y a su cuerpo curtido, entre todos los formatos que combina -cuatro en este 2017 si debuta en otoño en un ironman- el esprint es el que más dificultades le presenta ahora. La explosividad de los 750 metros a nado, 20 kilómetros en bici y otros cinco a pie. En esas condiciones compite en Gold Coast, en la costa este de Australia. Campeón en la prueba inaugural del circuito en Abu Dabi sobre distancia olímpica, su entorno entiende que la cita de mañana consciente de que un podio puede no ser un mal resultado en un calendario que computa los cinco mejores puestos más la gran final de Róterdam.

Anda el tiempo revuelto por Gold Coast estos días. Lluvia, oleaje y condiciones alejadas de la estampa típica de ese rincón del litoral australiano. Pero se anuncia buen tiempo para mañana. Ausentes de nuevo los hermanos Alistair y Jonny Brownlee, parten como principales amenazas del pentacampeón mundial dos rivales temibles en formato esprint: Mario Mola, vigente campeón en Gold Coast y de las Series Mundiales, y el sudafricano Richard Murray, vencedor hace unas semanas en la Superliga de Hamilton Island. El talaverano afincado en Pontevedra Fernando Alzarza y el sudafricano Henri Schoeman también cuentan.

Birtwhistle, el nuevo fenómeno

Además, desde hace unos meses pide paso un australiano rápido y completo, Jacob Birtwhistle, medallista el año pasado en Edmonton, también sobre distancia esprint y vencedor en la última etapa del evento de Hamilton Island.

Salvo que salgan del agua un puñado de buenos triatletas juntos, el formato esprint complica que fragüen las fugas en bicicleta. Por eso la pelea suele ceñirse al cinco mil final a pie. «El campeón necesitará hacer sobre 14.15 en ese último segmento», explica el equipo de Gómez Noya.

El ferrolano alimentó con su oro en Abu Dabi números de leyenda, con 43 victorias en 112 pruebas de la ITU (la federación internacional de triatlón, por sus siglas en inglés). Pero solo ha ganado en una de sus 11 apariciones en distancia esprint, la Copa del Mundo de Cozumel 2013, y nunca en una cita de las Series Mundiales. Sí ofreció tiempos asombrosos en este tipo de pruebas, como los 13.59 que firmó en Estocolmo 2012 para colgarse la plata.

«Todavía lo disfruto. Aún estoy haciéndolo bien. Así que, ¿por qué no? ¿Qué otra cosa podría hacer mejor que esta? Creo que las carreras están mejorando, los rivales se están haciendo más fuertes, más rápidos, hay más carreras de distancia esprint. De las que no soy un gran fan, pero estos chicos jóvenes son realmente rápidos en este tipo de carreras. Así que es un desafío para mí. Soy mayor e intento ir rápido también», razona Gómez Noya sobre su condición de único superviviente de aquellas carreras anteriores a los Juegos Olímpicos de Atenas.

Después de unos días concentrado en Cambridge (Nueva Zelanda), el ferrolano tiene señalada otra cita en su calendario, la del próximo fin de semana en Yokohama (Japón), de nuevo en distancia olímpica. Otro paso más hacia el sexto título.