El vicepresidente del Parlamento ruso cree que así se canalizaría la ira de los radicales en el fútbol
06 mar 2017 . Actualizado a las 21:49 h.«Es la mejor forma de canalizar la ira de los hinchas, permitiéndoles pelearse entre ellos», considera Igor Lébedev, vicepresidente de la Duma (Cámara baja del Parlamento ruso), a menos de un año y medio del Mundial que se celebrará en el país. Según su opinión, tales enfrentamientos «bien podrían constituir un nuevo tipo de deporte». El legislador ruso expone estas ideas en la web de su formación, el Partido Liberal Democrático de Rusia (LDPR), de conocida ideología ultra, xenófoba y militarista. «Llegan los hinchas ingleses, por ejemplo, y empiezan las trifulcas. Nosotros aceptamos el desafío y les retamos a vernos en el estadio a tal hora. Veinte tíos en cada lado y sin armas», señala Lébedev, que forma parte de comité ejecutivo de la Unión de Fútbol de Rusia y es hijo del polémico Vladímir Yirinovski, el líder del LDPR. A su juicio, «nuestro país sería pionero en un nuevo deporte capaz de atraer no menos espectadores que un partido de fútbol».
El canal de televisión británico BBC difundió un documental en febrero en donde los hooligans rusos prometen directamente a sus colegas ingleses un verdadero «festival de violencia» durante el Mundial. El espacio fue calificado por las autoridades rusas de «burda propaganda». «Tenemos que estar por encima de todo eso. Es una campaña de desinformación que sólo busca desacreditar», aseguró el viceprimer ministro ruso, Vitali Mutkó, que es además el principal responsable del comité organizador del Mundial. Aseguró que su país «garantizará la seguridad» durante la celebración de la gran cita futbolística. Por su parte, el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, dijo que «no estoy preocupado por la violencia en el 2018, confío plenamente en las autoridades rusas. Se están tomando este asunto muy en serio». Según sus palabras, «será un fiesta del fútbol».
Sin embargo, aún está presente en el recuerdo de los aficionados la actuación de los hinchas rusos durante la Eurocopa del año pasado en Francia. Hubo decenas de heridos, entre ellos tres españoles agredidos en Colonia, un aficionado británico muerto, apuñalamientos, enfrentamientos con la Policía y cuantiosos daños materiales. Se practicaron muchas detenciones, incluyendo tres condenas de cárcel, y se ordenaron numerosas expulsiones. Alexánder Shpriguin, presidente de la Asociación de Hinchas de Rusia y ayudante de Lébedev, fue precisamente uno de los expulsados de Francia por su papel en la organización de los disturbios. El mismo Lébedev admite que la mayoría de los hinchas rusos que participaron en los incidentes en Francia tenían preparación militar.
Los ojos están puestos ahora en la ciudad rusa de Rostov, donde el jueves se enfrentarán en la ida de octavos de final de la Europa League el Manchester United y el Rostov. El club inglés ya ha advertido a los aficionados que eviten las provocaciones y no paseen en solitario bajo ningún concepto. Las entradas para el partido están todas vendidas desde el domingo y hay tensión, ya que son muchos los que se quedarán sin poder entrar en el estadio.