«¡Qué gran tipo Tassotti!»

DEPORTES

Lateral en Primera, Jorge Otero exprime hoy como técnico lo aprendido de sus maestros, con Aragonés a la cabeza

20 feb 2017 . Actualizado a las 13:15 h.

Con 18 años subió al primer equipo del Celta de la mano de Maguregui, y en 7 temporadas se convirtió en uno de los grandes capitanes de la historia celeste. Jugó el Mundial del 94 y la Eurocopa del 96, y entre los muchos técnicos reputados para los que trabajó, se ganó el respeto, mutuo, de Luis Aragonés, que confió en el de Nigrán para cubrir el costado derecho de las zagas del Valencia, Betis y Atlético de Madrid. Una década después de colgar las botas en Elche, tras dos temporadas de despegue en Bouzas, Jorge Otero (1969) trabaja en llevar al Arousa a su primera promoción a Segunda B en más de 20 años.

-Lateral derecho, y portando el 3. ¿Algún problema con las matemáticas del fútbol?

-Eh... Sí. No soy mucho de matemáticas. Y mucho menos en el fútbol, donde no siempre dos más dos son cuatro. Jugué con el 2, el 4, el 14; y el 3. Siempre me gustó el 3, y siempre que tuve opción, jugué con él. También el 13 me gusta especialmente, pero parece que estaba destinado al portero.

-Perdió una final de Copa del Rey con el Celta. ¿Qué duele más, morir en la orilla rematado desde los 11 metros, o despedirse en la antesala del partido por el título?

-¡Buff...! Los penaltis son mucho peor, son muy crueles. Todos tenemos esa final marcada en el corazón, porque fue muy peleada, muy trabajada. No contábamos en ninguna quiniela. Uno de los momentos más tristes de mi carrera. Con Cañizares en la portería, dábamos por hecho que esa Copa era nuestra. Por eso fue más doloroso.

-¡Quién pudiese jugar ahora en este Eurocelta!

-¡Pues sí, hombre! Cuando me fui del Celta peleábamos por mantenernos en Primera, con muchos problemas. Ver a Hugo Mallo o Jonny jugando partidos importantes es el espejo en el que tiene que mirarse la cantera.

-Hugo Mallo, otro gran lateral derecho surgido de la factoría del Celta en la agenda de un grande...

-Sí. Si algo sale del Celta son laterales derechos. Míchel Salgado; Hugo Mallo, un jugador importante, capitán, y entre los mejores laterales de España.

-Dicen que cuando dejó el Celta para fichar por el Valencia tenía un precontrato con el Deportivo...

-Hubo un acuerdo, supeditado a que el Celta y el Dépor se entendieran. Pero eso se enmarañó. Fue un episodio muy desagradable. Me rodeé de gente que no debiera. No sabes cómo va este mundillo. Piensas que estás en buenas manos, te fías de la gente, y al final pasó lo que pasó.

-Luis Aragonés confió en usted en el Valencia, Betis y Atlético. Una lástima que no llegara antes a seleccionador. Cuando usted jugaba le tocó Clemente...

-[Risa]. Pues no estaría mal. Estoy tremendamente agradecido a Luis Aragonés. Era muy exigente. Pero muy honesto, muy sensato, lo que no es muy habitual. Iba de cara. Si vas de frente, tienes mucho ganado. Clemente fue otro entrenador importante en mi carrera, me dio la oportunidad de jugar en la selección. Pero Luis es el culpable de que el fútbol español sea lo que es hoy.

-¡Qué gran tipo Tassotti!

-¡Pues sí! Un gran tipo. Sobre todo para su selección. Estábamos haciendo un muy buen partido, un buen Mundial. Fue una jugada determinante. Muy clara, que no vio el línea ni el árbitro, y muy desagradable. Fue lamentable que no señalaran la agresión a Luis Enrique. Las perspectivas que teníamos en ese equipo eran muy buenas.

-Hablando de Lucho, la que le está cayendo por lo de París. ¡Con lo bien que vivía en Vigo!

-[Risa]. Sí. Pero viene con el cargo. Está en uno de los mejores clubes del mundo. En un grande solo vale ganar, y bien. Luis Enrique está de sobra preparado para esa presión.

-Por menos acaban de echar del Cerceda a su excompañero en el Betis Cuéllar...

-Sí. Estaba haciendo un grandísimo trabajo. Pero a los que vivimos del fútbol ya no nos sorprende nada. En el fútbol las prisas por estar arriba, por ganar, llevan a que se tomen decisiones llamativas.

-Patxi Salinas, Parralo, usted, Cuéllar hasta hace seis días. Los grandes de la Tercera gallega dirigidos por exjugadores de Primera...

-Lo importante es tener un buen grupo. Los entrenadores tenemos que dar confianza, que el jugador crea en lo que hace. En ello los exjugadores tenemos cierta ventaja. Conocemos lo que piensan los jugadores cuando juegan, y cuando no. Pero a partir de ahí, tenemos la misma exigencia.

-A lo mejor vuelven todos a encontrarse en Primera...

-[Risa]. Bueno. Está bien soñar. Ojalá. Eso significaría que hemos hecho bien las cosas. Pero la Primera la veo lejana.

En corto

-Una anécdota de las que esté cansado de contar...

-Pues una con Maguregui. Estaba dando la charla previa a un partido contra el Athletic. Nos enseñó la pizarra y nos dijo ‘no hay espacios, es imposible que nos entren por aquí’. Maté le contestó, ‘pero míster, que en la pizarra estamos con 12 jugadores’. Con razón no había espacios [risa].

-¿Qué es más importante, saber ganar, o saber perder?

-Buena pregunta. Yo prefiero aprender ganando. Pero los que ganan mucho a veces no saben perder. Saber perder es difícil, y más complicado.

-Con una empresa dedicada a campos artificiales, ¿le toca cortar el césped en casa?

-No. No, no. Para nada. Tengo césped decorativo en casa. La jardinería no es lo mío.

-Y en lo demás, ¿ayuda mucho en las tareas del hogar?

-Eh... Cuando estoy sí que ayudo. Lo que pasa es que estoy poco en casa. Lo que menos me gusta, y es algo que me reprocha mi mujer, es planchar. Cuando tengo que planchar tengo que quemar algo para que no me vuelva a decir que tengo que planchar [risa].

-Siendo cocinero antes que fraile, le dará bien a los fogones.

-¿A la cocina? Nooo... Lo justo, lo justo. En eso tengo un debe tremendo.

-¿Es más de leer, de ver en pantalla grande o de disfrutar escuchando acordes?

-De escuchar música. El poco tiempo que tengo. El fútbol te absorbe muchísimo. Soy una persona que cuando hago algo quiero poner los cinco sentidos. Me gusta de siempre mucho Joaquín Sabina. Siempre tengo algo de Sabina en el coche, en casa, en la oficina.