El milagro ciclista de Maceda

DEPORTES

Antonio Cortés

La pequeña localidad ourensana se ha convertido en un referente del ciclismo de montaña español

16 ene 2017 . Actualizado a las 12:26 h.

El Concello de Maceda se mueve en torno a la barrera de los 3.000 habitantes, lo que no impide que su club ciclista, reverdecido en los albores del siglo XXI y, en especial su Escola José Antonio Hermida se hayan ganado un importante hueco en el mundillo de la bicicleta de montaña.

Porque, al fin y al cabo, las raíces macedanas de Pepiño Pistolas fueron un impulso que no podían desaprovechar en la zona. Lo tenían claro cuando vieron a su paisano por la tele, subido al podio olímpico del ateniense Monte Parnitha, donde celebraba su plata. Por entonces era un niño el hoy profesional Pablo Rodríguez Guede, que recuerda ese momento: «Ya me encantaba salir en bicicleta con los amigos y cuando vimos a Hermida se convirtió en un ídolo, así que cuando Xulio Conde nos dijo que vendría en diciembre -ese mismo 2004-, justo después de la medalla para crear la escuela, poco después se convirtió en una actividad más y fue creciendo a medida que íbamos a los duatlones, al circuito de Mini BTT y a otras pruebas por Galicia, siempre como una diversión».

Rodríguez Guede cree que el método macedano es perfecto en ese sentido, poner a los niños en contacto con una práctica de la que disfruten cada día. En su caso, la idea de dedicarse a la bicicleta de montaña de un modo más profesional llegó más tarde: «Fue en la categoría júnior, en mi primer mundial, era de ciclocrós y me llamó la atención aquel maillot blanco con las bandas arco iris en el pecho. Terminé el treinta o treinta y pico y pensé que quería luchar más arriba». Al año siguiente, el macedano fue cuarto en el Campeonato de Europa de BTT en su segundo año júnior y, entre otros grandes logros, en el 2015 llegó al oro continental en la categoría sub 23, en la italiana Chies d’Alpago.

Fue el primer abanderado de una escuela en la que también fue el encargado de conquistar la primera medalla nacional en ciclocrós, con el bronce cadete del 2009, al que siguieron Marcos Villar y más recientemente el cadete Carlos Canal o el hoy júnior Iván Feijoo, que este fin de semana estrenaba en Italia los colores de campeón de España en la prueba de la Copa del Mundo disputada en Fiuggi. En un abrir y cerrar de ojos, Maceda se ha convertido en un referente organizativo para pruebas nacionales y sus jóvenes ciclistas se dejan ver fuera de nuestras fronteras.