El «skate», de la calle a los Juegos

Pablo Gómez Cundíns
pablo gómez REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Paco rodríguez

La inclusión en el programa olímpico impulsa esta disciplina creciente en Galicia

19 dic 2016 . Actualizado a las 19:15 h.

El skateboarding se estrenará como deporte olímpico en los Juegos de Tokio 2020. Será el hito más importante en el camino de una disciplina urbana que nació en California en los años sesenta como terrestre alternativa al surf y que alcanza los veinte millones de practicantes en todo el mundo.

Galicia se enfrenta a la eclosión de un deporte que se verá impulsado por su presencia en el programa olímpico, lo que obligará a regular su práctica y establecer un sistema de clasificación para los Juegos nipones. Está todo por hacer. Salvo la implantación social. Las fuentes del entorno del skateboarding consultadas por La Voz estiman que Galicia acoge a más de dos millares de skaters. «Rara es la casa donde no hay una tabla», ilustra Carlos Domínguez, organizador del O Marisquiño en Vigo.

Hasta el momento, las competiciones más importantes de skateboarding a nivel internacional (como la Copa del Mundo y la Street League, que pisan España tímidamente) están al margen de las federaciones nacionales, que ahora se ven obligadas a trabajar para adaptar esta disciplina al programa olímpico.

En España, es la de patinaje la que asume esta responsabilidad, mientras las territoriales aún están en ciernes (la del País Vasco quizás sea la más avanzada). El Comité Olímpico Internacional (COI) tendrá que mediar entre todos los organizadores para afrontar Tokio 2020 con un deporte estructurado.

Estados Unidos y Brasil son los países punteros. En Europa, Francia, Alemania y Reino Unido forman el bloque más profesionalizado, al que intenta acceder España con su constante progresión. Galicia emerge desde A Coruña, Oleiros, Mondariz, Vigo y Pontevedra con nombres como Guillermo Reimunde, Nando Ruiz Kinana, Pablo Caamiña Mr. Switch, Adrián Otero, José Luis Corral Pollo, Juan Lougedo Nin9 y su hermano David Lougedo, Diego Doural, Iván Rodríguez Daih, Diego Cabezas, Germán Zarza, Iván Maroño y Óscar Rois, entre otros. 

Trucos y tablas

El skateboarding admite infinitas modalidades, pero la premisa básica es el desarrollo de los trucos (las acciones que se realizan con el monopatín controlado), en los que se valora la velocidad, fluidez, dificultad, altura, estilo, limpieza en la recepción (planchar el truco), polivalencia, estabilidad, amplitud y postura (diestro, zurdo o switch, es decir, a pie cambiado).

Desde el básico ollie (el salto), los trucos juegan con las leyes de la física combinando todas las posibilidades entre varias categorías. Entre otros trucos, los que se ejecutan en el aire con la tabla grapada al deportista, los grabs (si la tabla se agarra con la mano), los flips (en los que va libre dando vueltas en el aire), los que se realizan sobre el coping (borde metálico del half pipe) y los de grind o slide (deslizarse con los ejes o la tabla).

Para una perfecta ejecución, las tablas debe ser tan versátiles como el deportista, tanto en el ancho como en el largo y la forma de su nariz y cola. Elaboradas con siete láminas de madera de arce canadiense, tienen como puntos clave también la lija, los ejes, las ruedas, los rodamientos y la tornillería. La combinación de todos permite potenciar cualidades como la velocidad o estabilidad. Las zapatillas especiales con suela vulcanizada ayudan a sentir la tabla.

Aunque los veteranos sostienen que, en ciertas modalidades las protecciones corporales limitan los movimientos, algunos skaters usan casco, coderas y rodilleras.

Del mobiliario urbano a la piscina cubierta, pasando por el reto entre los más atrevidos

El establecimiento de unas normas de competición uniformes que regulen la modalidad olímpica es uno de los puntos críticos que todavía están por solucionar. Partiendo de la generalidad dicotómica de calle o rampa, y los gestos comunes a todas las variantes de skate (girar la tabla, saltar con ella, afrontar los cambios de radio y los ángulos con respecto al suelo y la combinación de todas estas técnicas), federaciones y organismos internacionales trazarán unas reglas del juego para Tokio 2020 

Estas son las modalidades de esta disciplina que servirán como base para el skate olímpico:

«Street»

Imitando el mobiliario urbano. La pista posee módulos que imitan el mobiliario urbano (escaleras, barandillas, cajones...). Es más lineal.

«Mini Ramp»

La forma básica. En forma de U con un amplio radio, como una sección de un half pipe. Varían en su ancho e inclinación. Pueden unirse varias. Las figuras son más estáticas, se potencian las bajadas.

«Bowl»

Una piscina, en origen. Surgido en los años 70 en California a modo de piscina, está en los orígenes de este deporte. En ocasiones está cubierto (forma de O) y también puede tener una vertical. La complicación aumenta. La evolución lógica para el skater de mini ramp

«Game of Skate» (GOS)

El reto entre contrincantes.  Al menos dos contrincantes se retan (como en el horse de baloncesto) a repetir el truco del rival en un suelo liso extremadamente técnico. Como en el juego del ahorcado, la puntuación es por letras. Gana el que completa la palabra skate.

«Freestyle»

El baile de la tabla. Sobre un suelo pulido, se valora la armonía de movimientos libres.

«Vert»

Un ángulo recto de tres metros. La rampa crece, pero se diferencia del mini ramp por el ángulo de 90 grados que forma. 

«Juegos Olímpicos»

Calle, pero con circuito, la opción más probable. El COI podría optar por una modalidad de calle acotando diseños. La decisión condicionará el modelo olímpico de skater. El de street es más técnico, fibroso y estilizado. El de rampa destaca por su potencia.

 El Marisquiño, un referente para la competición a nivel mundial

O’Marisquiño de Vigo es el festival de cultura urbana y deportes de acción más importante de Europa. Su programa acoge tres copas del mundo, dos en skate. Junto con el Pulpo Extreme ourensano y los campeonatos locales tipo open (como los de Vilagarcía o Marín), articulan la competición en Galicia, siempre al margen de la federación.

Carlos Domínguez Pity es el organizador de O’Marisquiño, certamen vinculado a la Copa del Mundo. «El hecho de ser incluido en el programa olímpico provocará una profesionalización tanto del deporte como del sector del skateboarding, algo que, de hecho, ya está sucediendo a nivel deportivo porque los skaters emplean las mismas horas en sus entrenamientos que un deportista profesional de otra disciplina», reflexiona.

Pity será uno de los que, en un futuro inmediato, viva el proceso de normalización del skate como deporte olímpico, algo que implicará conversaciones entre las federaciones y organismos como la Copa del Mundo y que, probablemente, afectarán al desarrollo del O’Marisquiño.

La federación crea una comisión y se fija en el modelo ruso

La Federación Gallega de Patinaje (FGP) ha creado una comisión encargada de desarrollar el skateboarding para el programa olímpico. «Lo más llamativo del skate es la variedad de edades de sus practicantes, que se fidelizan con rapidez. El COI ha acertado al elevarlo a deporte olímpico, por su vistosidad. Desde entonces, han aflorado en Galicia clubes con muchos practicantes», valora el presidente de la FGP, Vicente Torres.

Por el momento, solo el Skate Club Galicia está federado, pero ni tan siquiera ha inscrito deportistas bajo licencia federativa. Todo el proceso está latente, a la espera de una mayor definición normativa.

José Luis Cabarcos y Alexander Golovanov son dos de los impulsores, tanto del Skate Galicia, como de la comisión de la FGP. Golovanov fue creador y presidente de la federación rusa e intentará aplicar todo ese proceso en Galicia. «El skate no es blanco ni negro, todos somos la misma familia y hay que llegar a un consenso», dice mientras reclama skateparks diseñados por especialistas en el deporte y no meros urbanistas. «No se trata de que sean bonitos, sino útiles», reclama.