Un derbi con entrenadores peleados

P. Ríos COLPISA

DEPORTES

El 'mal rollo' entre Luis Enrique y Quique Sánchez Flores, no arreglado después de 20 años, alimenta la previa del Barça-Espanyol

18 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Con el aval de la mejoría en el juego experimentada en la segunda parte del clásico contra el Real Madrid pese al 1-1 final, en el 4-0 al Borussia Mönchengladbach y en el 0-3 en Pamplona, pero con la preocupación de los numerosos puntos cedidos como local (solo 12 ganados de 21 disputados). Así afronta el Barça el siempre apasionante derbi en el Camp Nou ante Espanyol, obligado a ganar para presionar al Real Madrid, líder con seis puntos de ventaja. También el equipo blanquiazul vive la previa del partido con una visión contradictoria. Se presenta con el mejor ánimo debido a su racha de 9 partidos de Liga sin perder (cuatro victorias y cincoempates), pero lastrado por sus últimos encuentros en el estadio del eterno rival, donde encadena nueve derrotas seguidas (siete en Liga y dos en Copa), las dos últimas muy contundentes: 5-0 y 5-1.

Los últimos derbis, los cuatro de la pasada temporada entre Liga y Copa, fueron tensos, con entradas muy duras y desplantes en el césped e incidentes en los túneles de vestuarios. Cuando este año parecía superado ese nivel de excitación entre jugadores y aficionados, justo cuando parecía que la deportividad se iba a imponer, se ha aireado el mal rollo que acumulan desde hace 20 años los dos entrenadores, Luis Enrique Martínez y Quique Sánchez Flores. No se había hablado de ellos porque nunca se habían enfrentado en los banquillos salvo en la reciente Copa Catalunya, donde se esquivaron. Pero todo se destapó tras el anuncio de que no se produciría la tradicional fotografía de confraternización previa a todos los derbis, estrechándose la mano con la camiseta de cada equipo. Fueron íntimos en el Madrid, pero acabaron peleados al entender Luis Enrique que Quique, más o menos, era el 'chivato' de Jorge Valdano. La cosa acabó tan mal que todavía dura.

«No sé que importancia puede tener para el partido mi relación con Quique», comentó este sábado Luis Enrique, añadiendo que «lo que espero es que haya buen rollo dentro del campo, en el terreno de juego, que los dos equipos den su mejor versión y regido por los parámetros necesarios de un partido de fútbol. Eso es lo importante». Quique tampoco negó nada: «Me llevo bien con todo el mundo. Estoy con los que quieren estar conmigo. Me he considerado siempre una persona más madura de lo que marca mi edad y no estoy para cosas menores ni sin importancia».

En lo deportivo, el Barça solo tiene la baja de Mathieu, que no trastoca ningún plan del técnico asturiano, mientras que el Espanyol sí ha perdido a última hora por lesión a su lateral derecho titular, Víctor Sánchez. Además, también se quedan en la enfermería dos de sus jugadores predilectos para las contras: Leo Baptistao y Hernán Pérez. El lateral zurdo Víctor Alvarez es la cuarta baja por lesión. «Los dos llegamos en un buen momento. Ellos son un equipo al que le crean pocas ocasiones y que tiene muy buenas transiciones a la contra. Ahí estará la clave: que podamos solventar su repliegue y que nos generen pocas ocasiones», comentó Luis Enrique. Quique Sánchez Flores se atreve a soñar con la victoria: «Para que las cosas ocurran, hay que imaginarlas siempre. Si no las sueñas, no las puedes transmitir. Lo tengo en mi cerebro pero también sé que es difícil. Cada semana visualizo cosas y las transmito. He pensado como sería pero también en que es complicado y en que lo tenemos que hacer muy bien para conseguirlo».

Alineaciones probables:

Barcelona: Ter Stegen, Sergi Roberto, Piqué, Mascherano, Alba, Rakitic, Busquets, Iniesta, Messi, Luis Suárez y Neymar.

Espanyol: Diego López, Javi López, Diego Reyes, David López, Aarón, Jurado, Javi Fuego, Diop, Piatti, Caicedo y Gerard Moreno.

Árbitro: Mateu Lahoz (valenciano).

Estadio: Camp Nou.

Hora: 20.45 TV: Movistar Partidazo 12/17/19-36/16