«Nada fue tan difícil como clasificarnos»

Antón Bruquetas

DEPORTES

GONZALO BARRAL

El piragüista gallego destaca lo duro del proceso de selección para estar en Río y asegura que su reto ahora es ser campeón del mundo

26 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No esconde que el año que está a punto de terminar ha sido para él como el que había dibujado en sus mejores sueños. Pero Cristian Toro (La Asunción, Venezuela -criado desde pequeño en Viveiro-, 1992) deja claro que la enorme satisfacción del oro en los Juegos Olímpico de Río no oculta que en el 2016 pasó por algunos de los momentos más duros de su trayectoria deportiva.

-Cuando se pone a mirar al 2016, ¿qué se le viene a la cabeza?

-Una sensación de que esto era imposible de imaginar. Es un año que me deja un sabor de boca inmejorable. Si en enero me dicen que voy a acabar como campeón olímpico, les contestaría que están locos. Era algo realmente difícil de creer. Porque cuando miro al conjunto del año también aparecen todos esos momentos complicados que tuvimos que pasar para que nuestro éxito terminase siendo una realidad.

-Pero si hablamos de momentos, ninguno como el instante en el que cruzan la línea de llegada y se dan cuenta de que tienen el oro.

-Sin duda. Hemos hecho un montón de entrevistas y siempre nos preguntan por lo que sentimos en ese instante y Saúl [Craviotto, su compañero en el K-2 200 de Río de Janeiro] y yo nunca sabemos muy bien qué contestar, porque no hay palabras para describir la sensación que recorre tu cuerpo en esas décimas de segundo en las que sabes que has quedado campeón olímpico.

-¿Ve a Río como el principio y no como el final?

-Sí. Parece que has logrado el oro y que ya está, pero para mí es un punto de partida en mi carrera. Es una base ideal para plantearse nuevos retos.

-¿Ya tiene en mente Tokio?

-[Sonríe] Como hablábamos antes, si en enero de este año me llegan a decir que estaríamos en Río y que luego ganaríamos el oro, no me lo creería, porque en un año pueden pasar muchas cosas ¡Imagínese en cuatro! Así que no me planteo cosas a tan largo plazo. Mi principal desafío ahora es ser campeón del mundo. No lo he sido y me motivo lograrlo. Y también está el Europeo. Lo importante creo que es ir paso a paso.

-Dígame algo negativo de este año...

-Quizás negativo no es la palabra. Pero sí que hubo momentos muy duros. Nada fue tan difícil como clasificarnos. La gente no valora realmente lo complejo que es estar en unos Juegos. Tienes que estar entre los seis primeros del mundo o el primero de cada continente. El esfuerzo y sacrificio es enorme. Clasificarnos supuso ese espaldarazo que necesitábamos. A partir de ahí, nos quitamos la presión y llegó la medalla de oro.

-¿Ha aprendido mucho al lado de Saúl Craviotto?

-Saúl ha sido muy importante para mí, porque me he dado cuenta de que tenía rutinas que yo no hacía y que son trascendentes para quedar campeón.