La orgía anotadora de Klay Thompson

Manuel Blanco REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

JOHN G. MABANGLO | EFE

El alero de Golden State se convierte en el primer jugador de la historia de la NBA que rebasa los 60 puntos en menos de 30 minutos en pista; su equipo pasó por encima de los Pacers

07 dic 2016 . Actualizado a las 16:14 h.

Klay Thompson lo ha vuelto a hacer. El alero de los Golden State Warriors pulverizó la pasada madrugada, ante Indiana Pacers, uno de esos récords que limitan con lo absurdo. Logró 60 puntos, una anotación de mérito pero no extraordinaria en los libros de historia de la NBA. Lo verdaderamente increíble es que alcanzó la gesta en menos de 30 minutos de juego, 29.03 para ser exactos. Una obscenidad.

El hijo de Mychal Thompson, aquel portento defensivo aunque un tanto tosco de los Lakers del showtime, emparenta con su padre en su carácter competitivo, pero poco más. Sus prestaciones ofensivas son de dibujos animados. Los puntos se le caen de las manos. El alero de los Warriors ya había dado muestras en su carrera de lo que es capaz. En enero del año pasado, sumó 52 puntos ante los Kings, un registro ya de por sí meritorio, que dejó en realidad otra nota para los anales de la historia: 37 de ellos fueron conseguidos en un solo cuarto, superando la marca de 33 que tenían George Gervin y Carmelo Anthony (2008).

Anoche, Klay Thompson laminó de los libros de estadísticas los nombres de otras tres leyendas: Kobe Bryant, Karl Malone y George Gervin. Ellos compartían hasta la fecha este récord, al haber anotado esos 60 puntos, pero en su caso en 33 minutos. El tirador de los Warriors rebajó la marca en cuatro minutos en otra de esas noches de trance que de vez en cuando lo asaltan. Su serie está al alcance de muy pocos jugadores sobre la faz de la tierra: 21/33 en tiros, con 8/14 en triples y 10/11 en libres.

Al descanso, su orgía anotadora reflejaba la escandalera de 40 puntos (solo Kobe Bryant había logrado tal hazaña en los últimos tres lustros), con un 15 de 22 tiros que dejó con la boca abierta al público del Oracle Arena. La actuación dejó otros datos igualmente sorprendentes. Según SportVU, la web estadounidense especializada en estadísticas, el alero solo tuvo el balón en sus manos durante un minuto y medio a lo largo del partido. 90 segundos que le permitieron alcanzar esos 60 puntos. Increíble pero cierto. La pregunta entre los analistas al acabar el encuentro era evidente: ¿Qué hubiera pasado si Thompson jugase los otros 19 minutos del duelo? ¿Habría podido superar el más legendario de los récords de la NBA, los 100 puntos de Wilt Chamberlain? 

El partido, en pura lógica, apenas tuvo historia y los Warriors pasaron por encima de los Pacers (142-106), consolidando un proyecto que con Thompson, Curry y Durant amenaza con consagrar una dinastía.