Una nueva versión del atletismo para seguir disfrutando de Bolt

Óscar Fernández TARTÁN, BARRO Y ASFALTO

DEPORTES

28 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La figura de Usain Bolt siempre genera expectación. Independientemente de lo que haga siempre tendrá repercusión mediática. Su imagen pública trasciende más allá de una figura del atletismo mundial. Recientemente el mundillo atlético se convulsionó después de anunciar, en un programa de televisión jamaicano, que Londres 2017 será su último gran campeonato. Lo curioso es que al mes siguiente estaba firmando un contrato en Australia por el que se comprometía a competir allí unas pruebas en pista por tres años.

La presencia de Bolt tiene truco, ya que no es una competición tradicional de atletismo, más bien parece un bolo para hacer caja. Se trata de un nuevo formato de atletismo por equipos (Bolt Team, China, Australia, Japón, Inglaterra y otro equipo a designar) en el que desarrollará una competición con distintas pruebas, algunas tan exuberantes como una carrera de 3 minutos, o lanzar jabalina a una diana donde lo que se premia es la exactitud del lanzamiento. La competición se iniciará el próximo mes de febrero, en pleno verano austral, bajo el nombre de Nitro Athletics Series y hará que Bolt inicie su campaña más temprano de lo que suele ser habitual en él. Los australianos han tirado del Rey Midas para promocionar el atletismo a costa de romper con los formatos habituales y normas de este deporte, pero será una buena forma de seguir contando con uno de los grandes y que tuvimos la suerte de disfrutar en nuestra generación.

A pesar de lo que pueda parecer, la influencia de Bolt no es, exclusivamente, positiva para el atletismo, ya que también tiene peajes. Su imagen imperial, simpática y noble ha sido el mascarón de proa del atletismo mundial durante más de una década, pero su figura también ha tenido un par de elementos negativos. La primera es que ensombreció los logros de otros atletas. Sirva de ejemplo su triunfo en los 200 metros de Londres, que copó el doble de páginas que la victoria de Rudisha en el mejor 800 de la historia, ese mismo día.

Otro elemento negativo será el vacío que dejará con su marcha. Ningún atleta puede llegar a tener la repercusión que él tuvo. A nivel deportivo, el relevo no parece que llegue de su isla. En estos momentos, aunque de allí salen velocistas cada 15 minutos, no tienen garantizado el relevo generacional. A nivel mundial la sucesión puede venir de otras partes: Andre De Grasse, Trayvon Bromell, Noah Lyles, Michael Norman, etc.

Óscar Fernández es director técnico de la Federación Gallega de Atletismo en Vigo.