MENTALIDAD
«Ahora es más regular semana tras semana»
Al estar Murray acostumbrado a los grand slams, Burrieza considera que el torneo «no fue un desgaste tan grande» para el británico. Eso sí, «salió con una mentalidad más agresiva de lo que se esperaba Djokovic». «No ganó por su físico, sino por su «nivel de confianza», apunta. A pesar de que «hacía bastantes años que jugaba bien», recuerda Dorochenko, era «flojo de cabeza». «El Murray de antes se hubiera quemado contra Raonic», opina. Concuerda con la versión de Cascales: «Cuando uno se encuentra bien físicamente, también le hace ser fuerte a nivel mental». Ahora es mucho más regular semana tras semana. Antes ganaba un torneo pero luego estaba dos meses un poco más apático». El británico mantiene una racha de 24 victorias consecutivas.
MOTIVACIÓN
«Fue como si no hubiera jugado el partido contra Raonic»
Murray se presentó en la final con dos retos por delante: convertirse en «maestro» en su octavo intento y mantener el número uno que había agarrado en París-Bercy. Esto, según Cascales, supuso más adrenalina para su físico. «Con esa motivación entró en el partido como si no hubiera jugado casi cuatro horas contra Raonic el día anterior», resalta. Además, «se estimula mucho ante su público». Levantó el trofeo en el O2 de Londres, ciudad donde también ganó dos veces Wimbledon y un oro olímpico.