Wawrinka aguantó hasta el séptimo juego del primer set, cuando una bola de revés de Andy tropezó en la cinta y el suizo no supo colocarla después, para fallar a continuación con su volea de derecha. Gracias a esa rotura, Murray se apuntó el primer set en 48 minutos. Stan acabó maltratando sus raquetas doblando dos de ellas fruto de la frustración, porque no al ceder contra Murray, no solo perdía la posibilidad de alcanzar las semifinales, sino también ceder en la lucha por el tercer puesto mundial, ahora con Nishikori y Raonic como pretendientes.
La moral del campeón del Abierto de EE.UU. quedó tocada y el británico se situó a continuación con 4-0 ganando cinco juegos consecutivos. Stan prácticamente desapareció de la pista azul del O2 londinense donde Murray acabó ganando como número uno, y terminando la liguilla imbatido, por primera vez desde 2008 cuando el Masters se disputó en Shanghai. «Cuando Wawrinka juega su mejor tenis es imposible», dijo Murray, «yo solo he intentado mantener mi nivel. El primer set ha sido muy ajustado. No ha habido muchas oportunidades. En el segundo, yo ya estaba clasificado y ha sido más fácil para mi jugar con mayor libertad», dijo Murray, en camino de ganar su quinto título consecutivo y el noveno este año. «Estoy deseando que llegue el fin de semana», señaló. «Raonic lo está haciendo muy bien en este torneo. Tiene un gran servicio», comentó sobre su rival en semifinales.