Ha montado un Liverpool extremadamente ofensivo que ya lidera la Premier
08 nov 2016 . Actualizado a las 08:26 h.«He visto partidos tan aburridos que me he quedado dormido. Me he llegado a preguntar por qué hay equipos que hacen algo así delante de cincuenta o sesenta mil personas». Cuando Jurgen Klopp se instaló en Anfield, ya avanzado el curso 2015-2016, la hinchada del Liverpool estaba sumida en un letargo post Benítez. El español no predicaba un fútbol vistoso, pero ofrecía el consuelo de los títulos. Después, superados Roy Hodgson y Kenny Dalglish, Brendan Rodgers engatusó a algunos con un espejismo de goles y un subcampeonato, antes de que su efecto se diluyera. Hoy todos disfrutan. El equipo va líder y hace un fútbol incompatible con el parpadeo. Cualquier despiste en la grada tiene castigo, porque en el campo siempre están pasando cosas. Ayer sucedió un 6-1.
Y no ocurrió frente a un conjunto cualquiera, por mucho que al Watford le falte el tronío de otras escuadras de la Premier. Los de Walter Mazzarri solo habían perdido uno de sus seis últimos partidos, amparados en un fútbol de desgaste, con parones continuos. En Anfield ni siquiera pudieron demostrar su condición de equipo más brusco de la liga. Solo cometieron diez faltas, lejos de su media de 16 por partido. No dieron tiempo a las infracciones los de casa, ya contagiados por la chaladura de su técnico, que no permite respiros.
«Es cierto que está un poco loco», reconocía hace unos días Emre Cam, autor de un tanto en el último duelo y víctima de esa excitación regeneradora. «No paramos de correr, mantenemos una intensidad altísima», subrayaba el centrocampista alemán, desentrañando el nuevo estilo del Liverpool. La presión al rival es asfixiante, con independencia del nombre del enemigo. Los reds recuperan muy cerca de la portería contraria y combinan veloces hasta asediarla. Tiran más y mejor que nadie en la categoría, sin que su juego vertical implique una renuncia a la bola. Solo mejor sus datos de posesión el City de Guardiola.
Acumulan los de Klopp treinta dianas en once jornadas, a un ritmo que les proyecta por encima del registro de 101 alcanzado con Rodgers. La nueva fórmula tiene un claro beneficiario en el plantel: el senegalés Sadio Mané. Lleva seis tantos el extremo, que ha convertido en prescindible a Sturridge, aliado con el brasileño Firmino.
El español Alberto Moreno engrosa por contra la lista de damnificados por el técnico y su estilo. Milner ha cambiado de posición y hasta de banda para ocupar el lateral izquierdo que antes fue del ex del Sevilla. No casa el internacional español con el fútbol de alto ritmo que tiene al Liverpool líder, favorecido también por el descanso que permite no tener citas entre semana. Los de Anfield concluyeron octavos la pasada campaña, mientras Klopp afinaba el equipo y ponía en hora el despertador de la grada.