El niño prodigio por fin toca la cima

antón bruquetas REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

FRANCISCO LEONG | Afp

Con 24 años, John John Florence ha logrado el Mundial que ya se pronosticaba cuando tenía 13 y rompía récords de precocidad

31 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

A nadie le pasaba desapercibido que tarde o temprano debía ocurrir. Pero en el mundo del surf -y en el deporte en general- es casi tan complicado ser el mejor como demostrarlo en una competición. En las mangas de media hora junto a uno o más rivales hay un factor mucho más importante que la destreza sobre una ola y es tener la templanza suficiente para escoger la ola correcta, la que permite al surfista exprimir todo su potencial. Manejar esta circunstancia a John John Florence (Honolulú, Hawái, 1992), uno de los mayores prodigios de la historia del surf, le ha llevado más tiempo del que el circuito esperaba. Pero desde el pasado martes, con 24 años recién cumplidos, ya puede decir que es campeón del mundo. Está en el lugar donde aventuraban hace más de una década que acabaría.

Tenía todo de cara en la penúltima cita del Campeonato del Mundo, que se disputaba en Peniche (Portugal), pero él supo cerrar la circunferencia con maestría. Templó los nervios y, después de una primera ronda decepcionante, comenzó un recital que en realidad fue un compendio de todas sus virtudes: las de un surfista total. Tubos, giros descomunales a contramano y aéreos sólo al alcance de los elegidos. La eliminación de Gabriel Medina le asfaltó el camino. El brasileño es también el exponente de esta nueva generación que ha roto los moldes tradicionales en el surf: ya no existen surfistas de olas grandes ni de olas pequeñas, los mejores brillan en cualquier tipo de condiciones.

RAFAEL MARCHANTE | Reuters

Más tarde -en las semifinales contra el estadounidense Conner Coffin- cayó el sudafricano Jordy Smith, cuyas opciones de ser campeón ya eran remotas, y John John aprovechó la final para recrearse, para poner en pie al público y hacer que los miles de aficionados en el planeta que lo contemplaban a través de la red disfrutasen de lo que es capaz sin el peso de la responsabilidad.

Ahora vuelve a casa para celebrarlo. La última cita del Mundial es en la legendaria ola de Pipeline (Hawái), a unos metros de donde se crio, de donde su madre Alexandra, otra apasionada del surf, lo llevó a subirse a una tabla cuando aún no había cumplido un año. Con cinco, ya estaba surfeando por su cuenta. Y con 13 se convirtió en el surfista más joven en participar en la Triple Crown, una competición que engloba tres pruebas en tres de las olas más exigentes de aquellas islas, de una de las mecas de este deporte. 

Domina todas las condiciones

«Es el surfista más completo. Como local de Pipeline está acostumbrado a tubos grandes, pero también es especialista en olas no tan perfectas, en olas donde hace falta ser muy preciso en cada maniobra para no perder velocidad», comenta el actual campeón de Europa ISA y campeón de España, Vicente Romero, quien agrega: «Su repertorio es espectacular, por eso estoy seguro de que va a seguir compitiendo entre los mejores durante muchos años». Uno de los primeros surfistas que se acercó a felicitarlo fue Kelly Slater, el once veces campeón del mundo -que se retirará en el 2017-. Siempre se ha señalado a John John como su posible sucesor, como el hombre que domine con puño de hierro el surf durante la próxima década. Por lo de pronto, ya ha dado el primer paso.