La indolencia castiga al Real Madrid

Colpisa

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CURTO DE LA TORRE | afp

Los de Zidane tiran la primera parte ante el Villarreal y se quedan sin el récord en solitario de victorias ligueras consecutivas

22 sep 2016 . Actualizado a las 00:03 h.

El Real Madrid de Zinedine Zidane se quedó sin el récord en solitario de victorias seguidas en Liga, aunque su marca tenía trampa porque las 16 del Barça de Pep Guardiola se produjeron en la misma Liga y las mismas de los blancos entre el tramo final de la anterior y el principio de la actual. Un castigo para un equipo acostumbrado a vencer en el alambre, pero que ante el Villarreal tropezó y cedió su primer empate de la temporada. Los blancos se hicieron acreedores a la victoria en la segunda mitad, donde acorralaron a los amarillos y pusieron a prueba a Sergio Asenjo, pero se condenaron por la indolencia mostrada en un primer acto jugado a ritmo de pretemporada.

Zidane realizó seis cambios respecto al último partido ante el Espanyol, alguno obligado como el del lesionado Casemiro, apostó por el tridente, tal y como estaba cantado tras la recuperación de Cristiano y de Bale, y premió a James con la titularidad en el Bernabéu tras su gran gol en Cornellà. Faltaba por descanso Modric, el eje sobre el que gravita este equipo, y Kroos tenía la obligación de tocar y equilibrar en defensa. En todo caso, era un equipo de garantías para doblegar al Villarreal, inferior aunque incómodo porque se cierra bien, junta las líneas y cuando sale toca con buena técnica y sin prisas.

Fue intolerable la actitud mostrada por el Real Madrid en ese período inicial. Y así se lo recriminó su hinchada, primero con murmullos y más tarde con abucheos. Quizá porque había Liga en un día extraño, o porque la jornada giraba en torno al gran duelo del Camp Nou, o porque tanta victoria seguida relaja, o por saber, como dijo Zidane tras el choque ante el Sporting de Portugal, que en un minuto el Real Madrid puede cambiar un partido, la realidad es que muchos jugadores locales deambularon sobre el césped. Significativo lo de Cristiano Ronaldo, desaparecido hasta un cabezazo que paró Asenjo, pero fue anulado por falta previa, o un tiro desviado.

Frente a un rival bien dispuesto, con un 4-1-4-1 en el que Bruno hacía de pivote defensivo y de organizador, los merengues no supieron qué hacer. Sin velocidad, sin chispa, sin desborde, sin tirar paredes y con unas combinaciones de lo más previsibles, resulta harto difícil, por no decir imposible, resquebrajar a un enemigo tan compacto. Una cosa es la paciencia y otra, muy diferente, caminar a la espera de que alguna acción aislada cambie la dinámica. Sólo por fuera, Danilo y Marcelo intentaban algo. La única ocasión local en todo el primer acto, un cabezazo forzado de Benzema que desvió a una mano Asenjo, más en plan portero de balonmano que de fútbol.

Bruno, a lo Panenka

SERGIO PEREZ | Reuters

El Submarino Amarillo se sentía feliz, tranquilo, pero le faltaba creérselo en ataque. Como si le diera miedo irse hacia arriba y regalar espacios al contragolpe. Combinaron bien, pero llegaron más bien poco. Cheryshev, recibido con indiferencia en Bernabéu, y el germano-italiano Sansone, autor de ese golazo desde 52 metros ante la Real, eran sus hombres más peligrosos. Amenazaban, pero no golpeaban. Llegaba el descanso y se produjeron dos jugadas importantes: la lesión muscular de Marcelo, reemplazado por Carvajal aunque fue Danilo el que se situó a la izquierda, y el penalti por mano clara de Ramos, a tiro de Trigueros. Esta vez, el sevillano no teatralizó para engañar al árbitro. Y Bruno Soriano marcó a lo Panenka.

Le cambió la cara al Madrid en la segunda mitad. Varios pasos al frente, más movimiento, más intensidad y más profesionalidad. Suficiente para encerrar al Villarreal y hacerle sentir lo que significa el Bernabéu. Nunca hubo gran juego, pero sí empezaron a sucederse los centros y los saques de esquina. Ramos, como tantas otras veces, se redimió de su fallo y empató de cabeza, a la salida de un córner. Sólo habían pasado tres minutos. Un mundo por delante.

En pleno asedio, Cristiano no llegó a un centro-chut de Carvajal y se golpeó con la pierna en el poste. Gesto de dolor del portugués, que siguió en liza. La tuvo Bale, tras una pérdida de Trigueros, pero la cruzó en exceso. A falta de 20 minutos, entró el agitador Lucas Vázquez, en lugar del galés. Cinco después, fuera Benzema, tras reclamar un penalti de Musacchio tras un mínimo contacto, y dentro Morata. La tuvieron entre los españoles, pero Asenjo se lució a testarazo del ariete. No llegaba la remontada y Ramos fingió un penalti. Se jugó la segunda amarilla y la expulsión. Más polémica alrededor del partido. Y murió el partido entre protestas locales. Exigían más de tres minutos de descuento.

Ficha técnica

Real Madrid: Kiko Casilla, Danilo, Varane, Sergio Ramos, Marcelo (Carvajal, min. 43), Kroos, Kovacic, James Rodríguez, Bale (Lucas Vázquez, min. 71), Benzema (Morata, min. 76) y Cristiano Ronaldo.

Villarreal: Asenjo, Mario, Musacchio, Víctor Ruiz, José Angel, Bruno, Trigueros, Castillejo, Dos Santos (N'Diaye, min. 87), Cheryshev (Roberto Soriano, min. 64) y Sansone (Pato, min. 73).

Arbitro: González-González (Comité Castellano-Leonés): Expulsó a Chendo (min. 91), delegado del Real Madrid. Mostró amarilla a Ramos, José Angel, Cristiano Ronaldo, Kroos y Carvajal.

Goles: 0-1: min. 45, Bruno, de penalti. 1-1: min. 48, Ramos.