Es el partido imposible, la reedición de la final de 2014. Excepto Sancho Lyttle, la base de ambos equipos es la misma, con los mismos entrenadores y, en el caso de España, con la misma secuencia. Estados Unidos es la máxima favorita. Así como su selección masculina es superior a los rivales, la femenina es muy superior. Son competitivas, muy físicas y cuentan con siete u ocho baloncestistas que han jugado juntas durante muchos años.
Las opciones de España para hacerse con la victoria pasan por la inconsciencia. Deben hacer un buen partido y que Estados Unidos lo haga malo. La plata está asegurada y estoy seguro de que le harán daño al rival. Mondelo se maneja muy bien con las trampas. No obstante, habrá que ver cómo llegan físicamente a la final, porque en las eliminatorias ha utilizado menos jugadoras.
Una de las claves pasará por que Estados Unidos no disponga de segundas opciones. España deberá controlar su tiro exterior y jugar desinhibida. Al tratarse de una final olímpica, también habrá un componente emotivo. En semifinales, Francia realizó un señor partido en la primera parte contra las norteamericanas. Llegaron al descanso perdiendo por cuatro puntos, pero después el rival metió una marcha más y las rompió.
En la final del Mundial de 2014, España compitió muy bien y se mantuvo en el partido hasta el último cuarto. EEsta tarde deberán tratar de controlar el rebote. Las norteamericanas cuentan con cuatro interiores, más otra que apenas participa. Mientras que la selección nacional sobrevive merced a la buena labor de Nicholls y Ndour. Gil da un buen relevo y, en ocasiones, la cuarta rotación es Marta Xargay como cuatro abierto. Pero hay que tener en cuenta que las pívots de Estados Unidos pasan de 1,90 metros de altura.
España tiene una virtud: no se acompleja. Alba Torrens, Laia Palau, Anna Cruz o Silvia Domínguez están acostumbradas a enfrentarse a las jugadoras estadounidenses en el ámbito de clubes. No obstante, hay que tener en cuenta la diferencia en la suma de virtudes entre un equipo y otro. España competirá seguro, otra cosa es que las trampas que introduzca Mondelo -zonas o match ups- le hagan daño al rival. No obstante, Estados Unidos posee un juego estructurado y, en caso de que tengan problemas, le darán el balón a Taurasi o Griner.
El nivel defensivo de España ha sido muy bueno durante los Juegos. No obstante, es muy difícil reducir la anotación de Estados Unidos. Las norteamericanas poseen facilidad para sumar de tres en tres. Cuentan con una batería de jugadoras de calidad que pueden sumar.