Gran igualdad para una Tercera División con once candidatos

I. A. REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Fabril y Cerceda parten con mayor presión para alcanzar el ascenso a Segunda B, pero los otros nueve equipos aspiran a dar el hachazo definitivo

19 ago 2016 . Actualizado a las 16:35 h.

Este fin de semana también arranca la competición de Tercera División. Y lo hará con más igualdad que nunca. Quizás Fabril y Cerceda parten con mayor presión por alcanzar la fase de ascenso a Segunda B, pero otros equipos como Choco, Rápido de Bouzas, Alondras, Barco, Bergantiños, Racing Vilalbés,  Arousa o Compostela aspiran a dar el hachazo definitivo.

El filial deportivista ha cambiado de entrenador (Cristóbal Parralo releva a Manuel Mosquera) y da continuidad a un grupo que el pasado curso era demasiado joven. Además, suma la veteranía de Nacho Monsalve y Borja Galán, dos pilares para la defensa y delantera de forma respectiva.

El Cerceda, por su parte, también mantiene al grueso del equipo que el año pasado se quedó a noventa minutos del ascenso a Segunda B. El cuadro de Cuéllar pierde a Granada pero suma a Javi Otero y Cañi, dos jugadores que deben marcar diferencias.

El Choco pierde algo de potencial con las bajas de Hugo Sanmartín, Fernando y Xose Ramón pero los redondelanos siempre sorprenden por su enorme capacidad para remodelarse con jugadores procedentes de Preferente. El Alondras, en cambio, ha realizado grandes incorporaciones (Pablo Couñago, Yerai, Fondevila, Xose Ramón, Tubo...) y a buen seguro peleará por el ascenso.

También habrá que tener muy en cuenta al Barco. Los de Valdeorras pierden a dos referentes ofensivos (Mitogo y Rodri) pero han firmado mucha experiencia con el eterno Javi Ballesteros, Cristóbal Juncal y Óscar Loza. Incorporaciones de tronío que también ha realizado el Rápido de Bouzas con Pablo Carnero (claro candidato a Pichichi) y Óscar Fondevila. Otro de los que promete guerra es el nuevo Bergantiños de Miguel Figueira, en el que destacan las incorporaciones de Nacho, Rodri Alonso o Granada.

Sin olvidarse de Arousa y Vilalbés, la gran incógnita será el Compostela. Un equipo que por historia debería de ser campeón, pero que ha compuesto un equipo de perfil medio, sin aparentes estrellas.