La explosión tardía de la nueva reina de la velocidad

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DYLAN MARTINEZ | REUTERS

Thompson se hace, 28 años después, con un doblete olímpico femenino en 100 y 200

19 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Elaine Thompson es la nueva reina de la velocidad mundial. El trono le llega a los 24 años, en un proceso de maduración tardía y sin que la ciudadana de Manchester (Jamaica) apareciese en las quinielas del éxito. Pero en cuatro días ha cambiado por completo su panorama: campeona olímpica de los 100 y 200 metros, la primera jamaicana que lo consigue a lo largo de la historia y con dos marcas a tener muy en cuenta.

Después de derrotar en la prueba de la recta a Shelly-Ann Fraser-Pryce, su compañera de entrenamiento, en la madrugada del miércoles se llevó por delante a Dafne Schippers, la holandesa que apuntaba al oro en la prueba de la curva y que el pasado verano se había llevado el triunfo en el mismo duelo. Entonces Elaine, en su primera competencia internacional de relieve, había celebrado la plata. En esta ocasión se tomó la revancha marcando un tiempo de 21.78 (-0.1 m/s).

Thompson no destacó de pequeña. Era una más y en su cuaderno de triunfos no había señalado ningún podio. Pero tenía algo especial. Al menos lo detectó Paul Francis, hermano de Stephen, el técnico del mítico MVP Track que también tiene a sus órdenes a Fraser y Asafa Powell. Y de su mano Elaine comenzó a rebajar sus marcas. En el 2013 llegó su primer triunfo internacional, formando parte del relevo 4x100 jamaicano (corriendo la primera posta) en el Campeonato Centroamericano y del Caribe.

El salto definitivo llegó la temporada pasada, en el Mundial con la plata en el doble hectómetro, prueba que pasaba por ser su especialidad hasta que en mayo pasado logró los 10,70 segundos en los 100, su mejor marca, a pesar de estar lesionada en los isquiotibiales.

Esa marca le despejó el camino para hacerse un hueco en la fuerte selección de su país y en Río ha estado por encima de las expectativas. Tanto, que lejos de ponerse a celebrar al cruzar la meta del 200, se quedó de cuclillas esperando que el cronómetro le confirmase que 28 años después volvía a haber una doble campeona olímpica en la velocidad.