El pontés, uno de los favoritos para el seleccionador, abre hoy los cruces individuales, cuya tensión dobla las pulsaciones de los participantes
09 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Cuando Miguel Alvariño tensa el arco, genera una fuerza de 23 kilos para que la flecha vuele hacia la diana a 210 kilómetros por hora. Con lanzamientos desde 70 metros que deben impactar en un círculo de 12,2 centímetros de diámetro, el que marca el 10. Y con machacona frecuencia consigue el pleno. Su media en eventos internacionales es de 9,11. Con la fuerza ejercida para sostener el arco y que el disparo vuele preciso, más la tensión de las eliminatorias directas, que comienzan hoy para el deportista pontés (14.00), el ritmo cardíaco se dispara. En un deporte que exige tanta puntería, los arqueros llegan a doblar las pulsaciones que tienen en reposo, según los datos que maneja el seleccionador español, el surcoreano Hyung Mok Cho. Las rondas individuales decisivas, el punto fuerte del arquero gallego, vigente campeón de la Copa del Mundo, comienzan hoy con un duelo contra el francés Lucas Daniel.
La velocidad de la flecha
Picos que pueden alcanzar los 250 kilómetros por hora. Según la organización de los Juegos, las flechas de los arqueros pueden llegar a volar a 250 kilómetros por hora en algunas circunstancias. Alvariño se mueve en los 210, según los datos registrados por la Federación Internacional. Para alcanzar tal velocidad, tensa la cuerda del arco con su brazo derecho «con una fuerza de unos 23 kilos», indica Cho.
Ritmo cardíaco
«Es como si nuestra cabeza estuviera corriendo». Alvariño entrena con su preparador de siempre, Manolo Buitrón, en As Pontes. No se mide el pulso. Se guía por sensaciones. Cho estima que rondará los parámetros de sus compañeros de equipo, a los que monitoriza en el Centro de Alto Rendimiento en Madrid. «Tienen unas 70 en reposo. En competición Juan Ignacio Rodríguez alcanza entre 90 y 110 y Antonio Fernández ronda 110 o 130. Pero los Juegos, con más nervios, las elevan. Nosotros no corremos, pero te afecta encontrarte solo en la línea de tiro. Por eso tras una prueba un arquero se siente cansado, porque es como si nuestra cabeza estuviese corriendo. Quien controle los nervios, está más cerca de ganar», explica el seleccionador. Algunos deportistas a los que entrena doblan en competición su ritmo cardíaco en reposo. «Lo probamos con Iria Grandal antes de los Juegos de Londres y llegaba a las 120, 130 y hasta 140», razona Cho. Adriana Martín, olímpica en Río, ronda esos números. En Brasil está previsto que se difunda el pulso de los arqueros en tiempo real, pero el técnico español carecía ayer de esos datos.
Equilibrio
«Maikel compite con la tensión justa». Alvariño confesó con franqueza que le había afectado la tensión de los Juegos, el revuelo a su alrededor, compartiendo diana el viernes con el brasileño Bernardo Oliveira y el coreano Ku Bonchan, dos de los preferidos de los fotógrafos: uno por competir en casa y otro por formar parte del potente equipo surcoreano, que el domingo ganó el oro por países. «Antes de empezar una prueba se encuentra muy tranquilo, pero luego compite con la tensión justa, se pone algo nervioso», entiende Cho, que lo acompaña a unas cinco o seis competiciones internacionales cada año.
Formato
Nueve flechas pueden bastar ahora para pasar de ronda. Las eliminatorias constan de cinco sets de tres flechas cada uno. Se computan los resultados, y el ganador logra dos puntos; si hay empate se reparten uno para cada uno. Es decir, basta con alcanzar seis puntos para pasar. Si se produce un empate a cinco, se tira una flecha de desempate, y el arquero que la deje más cerca del centro de la diana, avanza.
Competitividad
«Un luchador». Alvariño suele crecerse en las eliminatorias, con mejor rendimiento que en la ronda clasificatoria, en la que fue cuadragésimo cuarto el viernes. «En los cruces le va bien porque es un luchador, y sigue siendo uno de los favoritos al podio. Tengo confianza en él. A ver qué tal le va ahora», explica el entrenador español.
Material
Aluminio, madera y carbono. «El arco se compone de cuerpo, hecho de aluminio, y palas, de madera y carbono. Las flechas tienen aluminio y carbono», explica el seleccionador español. El equipamiento completo del deportista pontés puede alcanzar los tres mil euros. Los olímpicos como Alvariño se tienen que pagar la mitad de las flechas que utilizan a lo largo de la temporada. Material de calidad que cuesta alrededor de unos 550 euros por docena.
«El conjunto es joven y seguro que puede lograr una medalla por equipos en Tokio»
Campeón de la final de la Copa del Mundo de México 2015 y noveno del ránking mundial, Alvariño sigue entre los grandes aspirantes al podio. «Es uno de los favoritos, y está con una actitud muy positiva», indica el seleccionador español, que admite el impacto de la derrota en octavos por equipos ante Holanda por 5-1. «Les habíamos ganado en los Juegos Europeos de Bakú. Quizá nos afectó el hecho de que tiraban por primera vez en una Olimpiada. Pero son jóvenes y seguro que puede lograr una medalla por equipos en Tokio», indica sobre Alvariño (22 años), Juan Ignacio Rodríguez (24) y Antonio Fernández (25).
En el cuadro individual, Cho comparte un moderado optimismo sobre Alvariño. «Lucas Daniel es fuerte (25 del ránking mundial), pero Maikel tiene más ránking (9). Puede ganar si controla los nervios». ¿Y luego al surcoreano Lee Seungyun? «Fue campeón del Mundo en el 2013 y es más joven que Maikel, pero él está capacitado», indica Cho.