Usain Bolt desafía a la guerra fría

Xosé Ramón Castro
x. r. castro REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

DAVID W CERNY

La batalla en las redes y un estudio biomecánico, las últimas balas de Estados Unidos contra la leyenda

04 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Falta algo más de una semana para que Usain Bolt comience el camino para convertirse en leyenda, pero la batalla en Río ya ha comenzado. A nivel psicológico, pero también científico. Si nadie ha podido parar al hombre más rápido de la tierra en los dos ciclos olímpicos anteriores, la única manera de evitar la traca final se vive entre tuits y ordenadores. Como manda la época. Una reedición moderna de la guerra fría.

En la batalla previa de las redes Usain tomó la delantera. Colgó una foto en Instagram haciendo abdominales y el cuerpo de guardia del atletismo americano tardó un suspiro en salir a su encuentro exhibiendo sus cuerpos esculturales con tableta incluida. Con Tyson Gay, el eterno perdedor ante Bolt, como cabeza de cartel.

Pero el intercambio de mensajes a ojos del mundo son balas de fogueo en realidad. El arma secreta de Estados Unidos para evitar un último arrase del más grande de todos los tiempos está en el ordenador, en un sesudo estudio biomecánico que tiene como objetivo que Justin Gatlin pueda batir a Usain tomándose la revancha del mundial del curso pasado, cuando era el gran favorito pero fue derrotado a 20 metros de la línea de meta.

El estudio en cuestión lleva la firma de Ralph Mann, un biomecánico especialista en trabajar con velocistas y obstaculistas que se ha propuesto rebajar las diez milésimas de segundo que separaron a ambos en Pekín 2015 a través del trabajo que dicta el ordenador que recoge imágenes de cuatro cámaras de alta velocidad capaces de grabar 300 frames por segundo. Ahí quedan reflejados todos los movimientos, hasta los más inapreciables, del hombre que volvió del lado oscuro y a partir de ahí se trabaja para construir la carrera perfecta. Bajo este método, a sus 34 años corre más que nunca. Más que cuando iba dopado.

Aunque con Bolt enfrente la ciencia no puede asegurar nada. Acaba de superar una lesión, pero Usain era más vulnerable el verano pasado y sin embargo salió triunfante. Por eso es el único favorito para el hectómetro, el único frente en donde realmente Gatlin o Bromell le pueden crear algún problema.

Porque en el 200 se anuncia una batalla de Bolt contra Bolt. Solo ha hecho una carrera esta temporada en la distancia (en Londres el 22 de julio) pero está convencido de que ha llegado el momento de firmar una gran gesta que alumbre la leyenda. Han pasado siete años desde aquellos 19,19 segundos del Mundial de Berlín y el Relámpago está seguro que en Río firmará la mejor carrera de su vida. Ha pulido detalles y no ha escondido al mundo que su deseo es acerarse a los 19 segundos. Para perpetuar todavía más su legado.

¿Y el relevo? En el 4x100 Usain adopta el papel de espectador. No porque no vaya a tomar parte en la final (si Jamaica supera el corte) del 4x100 sino porque el atletismo de Estados Unidos anda a tortas. Metido en un cruce de acusaciones después de los últimos resbalones. Hasta en ocho ocasiones desde 1995 el cuadro masculino no ha sido capaz de imponer su teórica supremacía. Casi siempre por una pésima entrega del testigo.

En la polémica no ayuda nada que Dennis Mitchell, entrenador de Gatlin y con una suspensión por dopaje a sus espaldas, sea el responsable del equipo. Tan grande es el cisma, que la pasada semana el cuarteto americano se reunió para crear la química necesaria para hacerle frente a Jamaica.

Una selección caribeña que además tiene una cuenta pendiente. Vengarse de la derrota del Mundial de Bahamas. El día que Bolt corrió en balde a 41,4 km/h.