Verducido desborda futuro

carmen garcía de burgos

DEPORTES

CAPOTILLO

Batió su récord al congregar 856 promesas del piragüismo de toda España en sus aguas

01 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Nos hace mucha gracia, sobre todo, cómo se insultan en gallego, y cuando dicen mimá, meu y carallo». Ekaitz lizarbe y Unai Ilumdain solo se quejan de las siete horas de carretera que tuvieron que meterse entre pecho y espalda para llegar a Verducido para competir en el Campeonato de España de Jóvenes Promesas. El resto no les molesta. Ni el viento, que empieza a soplar con más fuerza en el David Cal, ni el Aranjuez -al que tendrán que medirse apenas una hora más tarde- les quitan la sonrisa franca de la cara. Están entre los nervios y la «rabia».

Los primeros, porque se juegan la final del K-4. La segunda, matiza Ekaitz, «porque en K-2 pensamos que podíamos entrar en la B y por un amago de caernos dos veces el Aranjuez entró en semifinales». Empezó a hacer piragüismo porque su compañero de la ikastola, Unai, lo hacía, y este, a su vez, por su hermana. Los Ilumdain fueron, de hecho, los primeros miembros del club pamplonica. Al principio, a Unai le costó hacerse con el deporte porque su profesor solo hablaba castellano y él solo euskera.

El artífice real de todo ello, Fernando, está pendiente de todo lo que ocurre aunque, igual que el resto de padres, el de Unai les da Libertad. Es el secreto que explica que estas competiciones sean el único lugar del mundo en el que los progenitores no molesten a sus adolescentes. Lo confiesan Alejandra Manso, Fátima Moreira y Pedro González Escudero. Son de los de mimá y meu; sin llegar a ser de O Grove, se acercan.

CAPOTILLO

 Las «madres sufridoras», como se autodenomina la pandilla de mujeres armadas con bizcochos, refrescos y todo tipo de soluciones que pudiesen requerir sus hijos, reconocen que el mérito es no estarles encima. «Lo mejor de que vengan es que animan», confirma Alejandra, «lo peor... es que no se me ocurre nada, de verdad. Si necesitas algo están ahí». Al padre de Unai, que viajó con su hijo de 14 años y sus compañeros de equipo desde Pamplona, sí: «Es lo único malo de este deporte: los viajes eternos que tienes que hacer», confiesa.

A apenas unos metros de las madres, Valentín Sabarís y Diego García calientan dentro de la nave del Verducido, el club local. Están algo nerviosos porque todavía les queda el K-4. Charlan entre ellos mientras su sobrino juega con un videojuego y su hermana pasea a su hija menor, que está empezando a andar. El pequeño es el único que no tiene la vista puesta en un elemento de la vida real. Por difícil que parezca, el David Cal ha logrado reunir a la mayor cantidad de niños de su historia (856) hablándose sin usar el móvil.

 Galicia, con casi la mitad de los deportistas, arrasa en medallas de oro y bronce

Galicia no decepcionó. Además de contar con una representación de casi la mitad de los deportistas (el 46 %, otro récord), se llevó gran parte de los oros. Para empezar, los de cadete K-4 1000, para el club de Verducido -con Diego García Villaverde, Joaquín Iglesias, Valentín Sabarís Viéitez y Samuel Villanueva-, mientras la plata fue para el Lipasam -con Pablo Terrón, José Peral, Alejandro Relinque y Manuel Prados-, y el bronce para Sevilla -con Moisés Sánchez, Vïctor Ruiz, José María Ruíz y Manuel García-, empatados con el CLub Naval de Pontevedra - con Iván Logroño, Martín Moreira Rivas, Alberto Carrera Salgado y Martiño Beloso-.

CAPOTILLO

También las pontevedresas dejaron el pabellón muy alto en cadete K-4 500, donde lograron un oro para As Torres-Romería Vikinga de Catoira -con Rebeca Pardo bouzas, Carla Frieiro Carril, Carla, Raño Romero y Natalia Guillán Sumay-, la plata para el Club Escuela Piragüismo Aranjuez -con Carmen Gargantilla Requeséns, Marta Garrido Velasco, Sofía Viedma Nieto y Lucía Zamora del Río-, el bronce para el Club de Piragüismo Lipasam -con Ana Machado de Miguel, María Blasco Márquez de la Plata, María Robles Román y Paloma Sánchez Camacho-.