Un hombre cerca de lo imposible

Fernando Zarzosa DESDE LA CORCHERA

DEPORTES

04 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La principal ventaja que tendrá Phelps en Río frente a sus adversarios será la experiencia. A él, con cinco Juegos Olímpicos, no le temblará el pulso cuando se encarame al taco de salida, cuando llegue el momento de la verdad. La edad también tiene algunas ventajas y más si eres un superclase, un prodigio del deporte como el norteamericano. El incremento de patrocinadores y de mejoras en las condiciones de entrenamiento han posibilitado que los nadadores rindan en la élite a edades que antes eran impensables. Ahora se puede estirar el chicle. Pero, como todo en la vida, lo principal es que tiene que apasionarte y en Phelps se adivina ese entusiasmo necesario.

Por estos factores, Phelps es claro candidato a medalla en las tres pruebas individuales que va a disputar en Brasil (100 y 200 mariposa y 200 estilos). Si tuviese que afinar el pronóstico, diría que en los 200 estilos es donde más opciones tiene de conseguir otro oro.

Pero, pase lo que pase, para la natación es tremendamente importante que Phelps se haya clasificado para los Juegos. Es la figura que ha transformado la piscina, el hombre que rompió el récord de Mark Spitz, el que consiguió la legendaria cifra de los ocho oros, ese registro que se acerca a lo imposible, que si se iguala, será dentro de una eternidad, el foco de todos los medios de comunicación... Phelps lo es prácticamente todo.

Intuyo que dejará su registro de medallas en 25 o 26. Una colección extraordinaria, que gravita en otra galaxia, alejada de los seres humanos. Haber podido deleitarnos con Phelps es un auténtico privilegio. Nos toca seguir disfrutándolo.