Por un billete hacia la ilusión

Xosé Ramón Castro
x. r. castro VIGO / LA VOZ

DEPORTES

EMMANUEL DUNAND / Afp

Hungría defiende el cartel de revelación ante una Bélgica rearmada a tiempo

26 jun 2016 . Actualizado a las 17:02 h.

Hungría peina canas pero tiene la motivación de un principiante y el aval de haber ganado su grupo en detrimento de Portugal. La imberbe Bélgica llegó a Francia como la número 2 del ránking FIFA con una equipo plagado de talento, pero patinó en el partido inaugural ante Italia. Desde entonces no ha tenido demasiados problemas en sumar los seis puntos y de rebote se ha visto colocada en la supuesta parte amable del cuadro. Las dos selecciones, una cargada de historia (a mitad de siglo pasado) y la otra de futuro, se miden en Toulouse por un puesto en cuartos. Los húngaros quieren desempolvar el libro de las gestas balompédicas cuatro décadas después. Su última impresión en letras doradas data de 1972, cuando llegaron a las semifinales de la Euro, precisamente en Bélgica.

Entonces todavía no había nacido (faltaban cuatro años) Gabor Kiraly, el portero de pantalón de chándal gris que a sus 40 abriles no solo se ha convertido en uno de los rostros de la cita de Francia, sino en un símbolo para la nueva Hungría. Un equipo de obreros, con aplomo para defender aunque sin cerrarse y que no se lo piensa dos veces a la hora de probar fortuna en ataque. Ante Portugal se cansaron de tirar desde lejos y en el atrevimiento se llevaron tres goles.

Bélgica representa todo lo contrario. Como selección llevan demasiado tiempo en el túnel del tiempo, pero ha reunido a la plantilla con más talento que se pueda imaginar para una Eurocopa. Pero le falta defensa (especialmente en la posiciones de centrales) y un punto de competitividad. También armas para explotar su calidad atacando a defensas bien posicionadas, porque los suyo es correr. Con espacios son unos diablos, sin ellos, una pandilla de peloteros sin instinto asesino. Falta por saber cómo ha repercutido en el tanque de la confianza sus dos últimas victorias.

La escenografía de partido anuncia una Bélgica que asuma el rol del control de partido y una Hungría que tire de Szalai cada vez que tenga ocasión de atacar. Balazs Dzsudzsak, delantero del Bursaspor de 37 años, es otro de los históricos que buscan el mejor final para su vida deportiva.

El parte de guerra

En los magiares Ádám Lang formará en el lateral por la lesión de Attila Fiola y Juhász entrará en el once para reforzar el centro de la defensa. Los diablos rojos, por su parte, están pendientes de Yannick Carrasco, jugador del Atlético, que se ha hecho con la titularidad y que arrastra molestias. Algo menor cuando está un billete para la ilusión en juego.