Sadiku hace historia y da la victoria a Albania ante Rumanía

Efe

DEPORTES

PHILIPPE DESMAZES / Afp

El conjunto albanés acaba el grupo tercera tras vencer a Rumanía (1-0) y confía en el pase a octavos

19 jun 2016 . Actualizado a las 23:13 h.

Lyon guardó para Armando Sadiku un lugar de privilegio en la historia de las Eurocopas, y no digamos ya del emergente fútbol fruto del éxodo albanés. Finalizaba la primera parte cuando se aprovechó de un gran centro de Ledian Memushaj, el omnipresente todoterreno del Pescara, y de un error del portero Tatarasanu, tan alto como indeciso en las salidas, para marcar el primer gol de los albaneses en un gran campeonato. Celebradísimo por sus compatriotas como un título, lo firmó un punta que había sido muy cuestionado en los primeros partidos, pero al que mantuvo su seleccionador, Gianni de Biasi, contra viento y marea. Sadiku disfrutó de una temporada goleadora muy buena hace años en el Lugano suizo, aunque no ha podido repetir éxito luego en el Zúrich, ni como cedido en el Vaduz de Liechtenstein.

Se mereció el combinado albanés la gesta de poder seguir soñando con alcanzar los octavos de final. Tendrá que esperar y lo tiene complicado al tener tres puntos y -2 de diferencia goleadora, pero puede ser uno de los cuatro mejores terceros. Un milagro para un país que no había pasado nunca de los tres últimos puestos en ninguna fase clasificatoria para Mundiales y Eurocopas. Enorme refuerzo para el técnico italiano Gianni de Biasi, el exentrenador del Levante que fue nacionalizado albanés como muestra de gratitud por su trabajo al frente del equipo nacional. Trabajando con la base de futbolistas modestos que actúan en su mayoría en la Serie A y B de Italia, ha conformado un bloque duro de roer. Se ha hecho De Biasi acreedor a una calle o estatua en el corazón de Tirana, la capital de este país de apenas tres millones de habitantes y una pobreza extendida. Y eso que en esta cita arriesgó al dejar en el banquillo a sus dos pesos pesados: el centrocampista del Basilea Taulant Xhaka, hermano de un internacional suizo, y el capitán Lorik Cana, que acababa de cumplir sanción por su expulsión en el primer choque ante los suizos.

Albania fue de menos a más, todo lo contrario que una Rumanía confusa, nerviosa y precipitada. Poco antes de ese gol para el recuerdo poco antes del descanso, el propio Sadiku culminó con un tiro muy blando una vistosa internada y Lenjani lanzó a las nubes un remate a placer en el segundo palo. Pocos tantos tan fáciles habrá errado este extremo zurdo cedido por el Rennes al Nantes. Comenzaron con una presión alta los soldados del general Anghel Iordanescu y con la intención de terminar en disparo todas sus jugadas, pero de forma paulatina se impuso la mayor ilusión, orden táctico y preparación física de sus rivales. Se despiden los rumanos de Francia con sólo un punto, cosechado ante Suiza, y con la sensación de gran fracaso. Arengó en la víspera Iordanescu a sus jugadores recordándoles que se encontraban ante el partido más importantes de sus carreras, pero esta generación no tiene recorrido. Un tiro a la madera de Andone fue su única gran ocasión de toda la segunda parte. Nada tiene que ver con ese combinado maravilloso que lideraba Gica Hagi y que llegó al corazón de los aficionados con esa selección que alcanzó los cuartos de final del Mundial de Estados Unidos'94. No ha tenido éxito el general Iordanescu al tratar de imbuir a este grupo de aquél espíritu solidario y competitivo.

Ficha técnica, Rumanía-Albania (0-1):

Rumanía: Tatarusanu, Sapunaru, Chiriches, Grigore, Matel, Hoban, Prepelita (Sanmartean, min. 46), Stancu, Stanciu, Popa (Florin Andone, min. 67) y Alibec (Torje, min. 56).

Albania: Berisha, Hysaj, Mavraj, Ajeti, Agolli, Lenjani (Roshi, min. 7), Memushaj, Basha (Lorik Cana, min. 83), Abrashi, Lila y Sadiku (Balaj, min. 59).

Arbitro: Pavel Kralovec (República Checa): Mostró amarilla a Basha, Matel, Memushaj, Torje, Hysaj.

Gol: 0-1: min. 43, Sadiku.

Incidencias: Partido correspondiente a la tercera jornada en el grupo A, donde también han competido Francia y Suiza, disputado en el Parc Olympique Lyonnais.