Pinchazo del autocrós en Galicia

pablo gómez, JOSÉ M. FERREIRO REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

EDUARDO PEREZ

Carballo acogerá el sábado la cuarta prueba de un Gallego de Autocrós que acusa una caída de inscritos sin precedentes

25 may 2016 . Actualizado a las 15:21 h.

El paraíso del autocrós se está convirtiendo en un infierno. Galicia es la comunidad española puntera en títulos y aficionados en esta modalidad automovilística y posee el mejor circuito de España, el José Ramón Losada de Morás en Arteixo. También lideraba el ránking de participación en las carreras y el Campeonato Gallego era una referencia que soportaba el pulso al Nacional. Hasta esta temporada.

Estas son alguna de las claves que ayudan a entender la situación actual del autocrós en Galicia, a solo unos días de que se dispute su cuarta prueba, en Carballo:

Participación

El mayor descenso

 El Campeonato Gallego debería haber empezado en febrero en O Castro, pero las nevadas y la escasa inscripción obligaron a su aplazamiento. Hace unas semanas se disputó con 30 participantes y sin que se pudiese celebrar la carrera de 4x4. Santa Comba, segunda cita, reunió a 32 pilotos, cuando solía superar el medio centenar y no celebró su carrera de más de 1.600 cc. Y Arteixo pasó de superar los 90 a apenas rozar los 50 competidores. Carballo despedía ayer la jornada con 21 apuntados a falta de veinticuatro horas para el cierre de inscripciones. Solía reunir 80.

Causas

Costes de participación

 El año pasado, la Federación Gallega de Automovilismo (FGA) expedía una licencia restringida para participar en el campeonato autonómico. Su coste anual por piloto era de 300 euros. Además, era necesaria una licencia de concursante (50 euros que asumían las escuderías dentro de la cuota de socios de los pilotos). Esta temporada, con la instauración de la licencia única para toda España, el coste inicial es de 350 euros. La de concursante la expide la federación española y cuesta 80 euros. Los pilotos además pagan la cuota de socios a la escudería correspondiente. La Gallega exige una licencia de mecánico (125 euros) que puede portar el propio piloto, pero debe abonar aparte. Además, se instauró el cronometraje mediante transponder, una tecnología que implica un aparato en el vehículo de un coste de 350 euros (265 euros en algunos casos).

El calendario

 El Gallego acoge nueve pruebas que se celebran en los circuitos de Arteixo, Carballo, Santa Comba, O Castro, Santiago y Viduedo. El calendario soporta además siete del Nacional y la proliferación de otras modalidades, como el ralimix, que llegan a solaparse. La próxima cita de autocrós en Arteixo coincide con el rali de Ourense. En ocasiones, los pilotos no son capaces de asumir el gasto o deben elegir la modalidad en la que participarán (muchos simultanean varias), o no llegan a tiempo para la puesta a punto del coche, o eligen estar en los mejores circuitos y evitar las carencias de los recintos más modestos.

Reacciones

Discrepancias entre pilotos

 La situación generada roza el caos. Las partes afectadas no consiguen que la comunicación entre ellas fluya ni para plantear la problemática, ni posibles soluciones.

Uno de los referentes de los últimos años, el cercedense Perfecto Calviño, comenta: «Non sei ben por que a xente no vai correr» y matiza: «En rali de asfalto imos 140 participantes e a competición e moito máis cara que una de autocrós. E a cuota das licencias son similares». «Moitos deixaron de competir e pasáronse ó ralimix. Na última proba en A Gudiña competiron 46 equipos. Algúns dixeron que os cartos non dan para máis». Por el contrario, la única piloto a nivel gallego, la pontecesana Sandra García, sostiene: «Adoito competir no Galego e no Nacional, porque ca licenza do galego, que supón 300 euros, podes tamén facer o Nacional, que antes valía 350 euros. Aforro cartos».

Las discrepancias alcanzan también al acuerdo alcanzado en un encuentro celebrado en Santiago antes del inicio de temporada en el que participaron una treintena de pilotos. Unos sostienen que es válido y conlleva un plante que está siendo efectivo. Otros consideran que no hay tal huelga. Mariano Suárez, que solía participar en más de 1.600 c. c., este año no corre. «La mayoría estamos en huelga. Pedíamos una licencia única, pero se inventaron la de mecánico y en estos tiempos, el aumento de costes es un abuso», argumenta. «No vale de nada hablar con la federación gallega, así que nos plantamos. Pero si anula la licencia de mecánico y reduce la de concursante, volveremos a correr», añade.

Los organizadores, cautos

 El coste de organizar una prueba del Gallego ronda los 20.000 euros. Una del Nacional, 70.000. El descenso de participantes reduce los ingresos por taquilla y cuota de inscripción. El secretario de la peña Autocrós Arteixo, Marco Ramos, describe: «Somos convidados de piedra y los sacrificados. Entendemos que a los pilotos se le pueda hacer cuesta arriba. Los coches están parados, no los han vendido. Pero el transponder era necesario. Todo se reduce a un problema económico. Algunos optan por competir fuera de Galicia».

La Federación se inhibe

 «Ha cambiado el plano económico, político y deportivo. Lo que había antes se acabó», resume el presidente de la FGA, Iván Corral. «Advertí que el transponder encarecería mucho la participación, pero los mismos pilotos lo pidieron. Otros aspectos como la licencia única no son responsabilidad nuestra», se defiende. «La legislación nos atropella, fue cosa del Gobierno. Ahora tenemos menos capacidad de asumir ayudas y más control del CSD. Culpables todos», sostiene. «Dos mecánicos se cortaron y nos han denunciado. Pilotos y organizadores se declaran insolventes. Por eso es necesaria esa licencia. Y no se pueden regalar porque dan derecho a voto. Hay que continuar con lo acordado, aunque yo ya lo predije», zanja.