En septiembre del 2008 dio positivo por metilhexanamina en Lausana y en Sttutgart por clembuterol, pero su apelación ante el Tribunal de Arbitraje del Deporte permitió su regreso dos años después. En el 2011 la alerta saltó por metilhexanamina y fue castigada por primera vez con dos años de sanción y un cuarto positivo de la Agencia para la Protección de la Salud en el Deporte impulsó desde la Federación Internacional de Atletismo a una sanción de por vida para cualquier cuestión relacionada con su deporte.
Desaparecida del tartán y exiliada ha llegado un quinto control no superado, todo un récord para quien con 22 años estuvo a un paso de una final en Pekín que sólo habría sido anulada con los controles de ocho años después. Para su fortuna, no compitió en Londres 2012, evento para el que ya se ha preparado el reanálisis de 250 controles.