El Barcelona no es solo Messi

Colpisa

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Pepe Torres / Efe

El Barça conquista la liga cimentando sus bases sobre la calidad, el sacrificio y la táctica

14 may 2016 . Actualizado a las 23:20 h.

Resumir el éxito del Barça en solo tres jugadores es injusto para el trabajo de Luis Enrique y su meticuloso cuerpo técnico así como para una plantilla con calidad técnica, espíritu de sacrificio y sentido táctico que ha sabido hacer que se sientan a gusto en el campo tres de los mejores delanteros del mundo. Es más, puede que en la crisis de resultados que duró un mes y que costó la Liga de Campeones, además de poner en peligro la Liga, afectara más el bajón en el rendimiento de otros hombres imprescindibles como Sergio Busquets o Iván Rakitic, los que dan el auténtico equilibrio al equipo, tocados físicamente en ese tramo del campeonato. Pero cuando un tridente alcanza los 130 goles en la temporada 2015-16 tras acabar la 2014-15 con 122, es imposible resistirse a la tentación de calificar al equipo azulgrana como El Barça del tridente.

En un equipo que cuenta con Leo Messi como gran figura y reclamo mundial por sus cinco Balones de Oro, hablar del tridente y no del «Barça de Messi» ya es un logro que indica muchas cosas. El argentino ha madurado en todos los sentidos en los dos últimos años, ha apartado de su carrera actitudes egoístas típicas en cracks de su magnitud y ha entendido que es más fácil llegar a los grandes títulos colectivos e incluso individuales compartiendo galones y siendo generoso con futbolistas con un talento especial como Neymar y Luis Suárez.

Incluso esta temporada, al quedar distanciado en la pelea por el Pichichi y la Bota de Oro por una baja de dos meses por lesión en la rodilla, ha ayudado al delantero uruguayo a conseguir tan preciados trofeos, como también lo hizo con Neymar cuando también optaba a los citados galardones antes de apagarse paulatinamente. El uruguayo alcanzó los 40 goles y 17 asistencias en La Liga, cifras espectaculares ya que supera los que durante muchos tiempo fueron míticos 38 de Hugo Sánchez y Zarra. Luis Suárez, que acumula 58 goles y 23 asistencias en todas las competiciones, marcó 14 goles en sus últimos cinco partidos de liga y con solo 16 remates a portería. Brutal su aportación cuando más hacía falta.

Ayudaron a la Bota de Oro Hasta el fallecido Johan Cruyff, siempre visionario en los referente al mundo del fútbol, se equivocó al cuestionar la llegada de Neymar en la 2013-14 por aquello de su difícil encaje con el ego de Messi, que ya había chocado con otros cracks. Aunque aquella no fue una temporada bnrillante, los dos establecieron una gran relación que fue a más y se consolidó con el aterrizaje de Luis Suárez en la 2014-15. Los tres ya se complementaron durante la pasada campaña a medida que iban creando lazos que en el caso de Suárez y Messi, con una vida familiar más estable, se ha convertido en una amistad dentro y fuera del campo. El brasileño, todavía en proceso de desarrollo personal fuera del césped, es un gran compañero en el terreno de juego y durante ese curso se han vivido varios momentos en los que dos de los tres han buscado al que faltaba por marcar un gol en partidos que ya estaban decididos. Atentos a los estados de ánimo, Neymar y Suárez se entregaron en cuerpo y alma a que Messi recuperara las sensaciones tras su lesión. El propio Neymar y Messi pelearon codo con codo para abastecer de balones a Suárez en alguna típica crisis de ansiedad que afecta a todo goleador. Y en este final de Liga, Messi y Suárez, éste sacrificando la posibilidad de sentenciar el Pichichi y su segunda Bota de Oro, se han dedicado a recuperar anímicamente a Neymar, irreconocible desde el último parón de selecciones y que pese a ello termina la campaña con 30 goles.

El colmo del buen rollo del tridente, para desesperación de los que desearían verles enfrentados, ha sido el reparto de los penaltis en función de quién lo necesitaba más en cada momento. Todos han marcado y todos han fallado, aunque a Messi se le computa como error el penalti de la asistencia a Luis Suárez contra el Celta, el mejor ejemplo de la armonía entre cracks.

Los números de los tres, por separado y en conjunto, son alucinantes. Suárez está logrando los mejores registros de su carrera; Messi, pese a sus dos meses de baja por lesión y su juego más organizativo y de último pase, vuelve a superar los 40 goles oficiales (41); y Neymar repite por encima de los 30. Existe El Atlético de Simeone por la personalidad arrolladora del técnico argentino y 'El Madrid de Cristiano Ronaldo' con permiso de Florentino Pérez, a quien le gustaría apadrinarlo, pero el Barça ya no es el de un único futbolista excepcional, es el de tres fueras de serie.