El presidente de la RFEF afirma que solo debe rendir cuentas ante la federación, que controla de forma autoritaria
23 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Arrogante y desafiante como nunca, Villar convirtió la asamblea de la federación en un acto electoral en el que vender sus mensajes a su público. Se arrogó, sin ponerse colorado, hasta la autoría intelectual del gol de Iniesta en Sudáfrica. Según él, todos los éxitos del fútbol español tienen su firma y por ello debe seguir otros cuatro años más al frente, siempre por el bien del fútbol.
En la asamblea se aprobó con una gran mayoría -no se esperaba otra cosa- la modificación de los estatutos y cambios en el reglamento electoral. Advirtió que no se someterá a ninguna fiscalización ajena, que solo rinde cuentas a organismos de la RFEF, justo donde él decide y manda con total autoritarismo. También tuvo palabras para Cardenal, a quien culpa de todo tipo de injerencias y persecuciones. En definitiva, fue un acto delirante en el que solo contó con la oposición de los clubes profesionales, liderados por Javier Tebas.
Pero entre unas cosas y otras, Villar sigue ganando tiempo, que es lo que busca. Anunció que las elecciones se celebrarán en el tercer cuatrimestre del año, cuando legalmente se deberían hacer en el primero. De esta forma, se encarga de aprobar reglamentos electorales que van contra la orden ministerial que los regula, sabiendo que serán rechazados y que los meses seguirán pasando. Así, con argucias y marrullerías, está logrando ganarse un año extra de mandato.
A partir de ahora, habrá que esperar a que el CSD reciba el reglamento. Si, como efectivamente parece, en él no se han modificado asuntos como el referente a la moción de censura, el Consejo Superior de Deportes (CSD) lo rechazará de nuevo. Cabe recordar que, en este caso, tal y como informó La Voz de Galicia, el CSD ordenó la elaboración de un informe para resolver si Villar está retrasando deliberadamente las elecciones. En el caso de concluir que sí, la comisión directiva presidida por Cardenal enviará de nuevo el asunto al TAD para la posible apertura de un expediente.
En cuanto a la transparencia, dejó Villar su particular teoría sobre la misma: «Hemos manifestado nuestra transparencia donde la tenemos que manifestar, en los órganos de la RFEF». Es decir, Villar solo admite ser fiscalizado por sí mismo.
Por otro lado, dedicó buena parte de la asamblea a atacar a Cardenal. El presidente de la federación aseguró que la comisión de irregularidades por parte de él o sus directivos «solo están en la mente del secretario de Estado» y que se ha visto obligado a denunciar a la FIFA el intervencionismo de este».
«La directiva -continuó- por unanimidad decidió recurrir la orden ministerial porque impugnamos la del 2007. Entonces perdimos el pleito, vamos a intentar ganarlo ahora. Pero por posicionamiento la RFEF tiene que ejercer ese derecho, porque consideramos que es una intervención en el autogobierno de la federación», indicó. Villar recordó que la federación «cuando considere que hay una intervención gubernamental o de cualquier institución administrativa tiene la obligación de denunciarlo a la FIFA. Durante años, la RFEF ha sido muy cautelosa pero últimamente se ha mandado una carta firmada por cuatro directivos porque el TAD quiere abrirme un expediente. También se ha informado de otras interferencias como la no aplicación de las sanciones que pone la FIFA a nuestros clubes, que aquí se suspenden, y las modificaciones de estatutos y reglamentos de la LFP. Voy a decir igual que Tebas, yo también quiero mucho a la Liga, pero están obligados a que se aprueben por la federación«, añadió.
Tras insistir en que la denuncia de posible injerencia a la FIFA no se ha podido frenar «por la intervención del CSD últimamente», Villar fue tajante ante la falta de motivos para sancionarle porque «no se ha cometido por la RFEF ninguna irregularidad estatutaria ni reglamentaria en el caso del Recreativo y el Marino».
«Solo está en mente del secretario de Estado y esto también lo sabe la FIFA. Con todo lo que ha ocurrido no hemos podido frenar una acción penal contra el secretario de Estado, pero no de Villar sino de la junta directiva. No me arrepiento de nada pero esa es la realidad».