La vida de marajá de Ángel María Villar

Fernando Hidalgo Urizar
F. Hidalgo REDACCIÓN / LA VOZ

DEPORTES

Abraldes

La federación le pone coche de alta gama y chófer, y la FIFA le proporciona una vida a todo lujo

17 mar 2016 . Actualizado a las 09:40 h.

Cuenta la leyenda que cuando Ángel María Villar accedió a la presidencia de la federación (1988), viajaba en metro por Madrid y comía bocadillos en el despacho. Mucho han cambiado las cosas después de 28 años, en los que Villar ha pasado de mezclarse con la gente a llevar una vida blindada, con coche oficial, viajes a todo lujo, suites de mil euros la noche y un modo de vida en el que ya ni se acuerda de lo que es pagar un café. Porque, en realidad, Villar vive como un marajá.

No es de extrañar pues la enorme resistencia que pone a su salida de la federación. Está dispuesto a disputar cualquier batalla y a declarar cualquier guerra. Le dan igual candidatos alternativos, medios de comunicación o incluso el propio Gobierno. Lo que sea por mantenerse en el trono.

«Ángel no sabe lo que es pagar nada. Vive en una burbuja, muy bien remunerado, a todo lujo, como si fuera un primer ministro de una gran nación», dice un miembro de la junta directiva de la federación que, como la mayoría, no quiere significarse. Otros directivos consultados por este periódico coinciden. Y apuntan: «Querer seguir en el puesto no es solo por dinero, que también. A lo largo de tantos años él mismo se ha ido dotando de unos privilegios a los que es complicado renunciar».

¿Cuáles son sus privilegios? Villar viaja siempre en bussines, si va en avión. Pero si es un viaje a tiro de coche, para eso están sus vehículos oficiales, sendos Audi A-8 propiedad de la federación y que tienen como única misión dar servicio al presidente. A los mandos de ambos vehículos de alta gama, dos conductores contratados, que se dedican en exclusiva a llevar a Villar allá donde él lo ordene. Fuentes federativas apuntan a que el sueldo de ambos trabajadores es de alrededor de dos mil euros mensuales, sin incluir las dietas.

El uso del vehículo de alta gama es tan exclusivo que a veces, con absoluta normalidad, se entremezclan los asuntos profesionales con los personales. Si Villar se va de fin de semana a su casa de Santo Domingo de la Calzada, no es extraordinario que un viernes uno de los chóferes le deje a la puerta de su domicilio particular y que el lunes a la mañana, el otro vaya a recogerlo para volver a Madrid. Tampoco es anormal, «sino todo lo contrario», que estos vehículos hayan sido usados por familiares muy directos del presidente, según han comentado a este periódico fuentes federativas.

Por supuesto, que cuando Villar necesita un hotel, no suele alojarse en cualquiera. Los lujos se disparan si hablamos de la FIFA. ¿Cómo sería un viaje suyo a una reunión de la ejecutiva de la que forma parte? El viaje empezaría con el A-8 de la federación yendo a recogerle a su domicilio. De allí, al aeropuerto Adolfo Suárez. Si llega sobrado de tiempo, se instalará en una sala VIP. Luego, ocupará su plaza bussines que perfectamente puede costar ochocientos euros ida y vuelta.

Una vez en el aeropuerto de Zúrich, como se le ha podido ver en alguna ocasión por televisión, un vehículo de alta gama con conductor puesto por la FIFA le recogerá y estará a su disposición todo el tiempo que dure su estancia. Este servicio puede tener un coste diario de cerca de dos mil euros. El coche le llevará hacia su hotel, que muy bien podría ser el Baur au lac, un cinco estrellas de lujo y que es el mismo en el que se produjo la redada cuando estalló el Fifagate. Como miembro del Comité Ejecutivo que es, se alojará en una de sus ostentosas suites, que con toda seguridad costará por encima de los mil euros. Mil ciento ochenta en un día elegido al azar si es la suite junior deluxe o 1.800 euros si es la suite Río. «Se supone que las comidas irán en consonancia con todo lo demás», apunta un directivo. Donde discrepan las diferentes fuentes consultadas es en si a mayores cobra dietas. Algunos señalan que podría recibir trescientos euros diarios, Otros 500, pero algunos creen que las dietas podrían estar incluidas en la retribución anual que percibe por ser miembro de la ejecutiva.

Y si hablamos de los momentos en los que hay Mundial, los agasajos para los dirigentes se multiplican. Villar, como los demás miembros de la ejecutiva de la FIFA, además de alojarse en una suite de lujo en los mundiales pasados, también tuvo la potestad de invitar a varios familiares, que serían tratados con mimo por parte de la organización.

«Una vida así no la deja nadie», apunta un veterano de la junta directiva. «De ahí solo te vas si te echan», remata.

Pero dentro de los privilegios con los que cuenta Villar, la palma se la llevaría una historia relatada en su momento en el programa El Larguero. Cuando Villar iba a asumir el cargo manifestó que pensaba vivir en Madrid, en un piso cuyo alquiler debería pagar la federación. Según de La Morena, Padrón no se lo alquiló, se lo compró a Jesús Gil con dinero de la federación, pero el piso pasó a ser propiedad de Villar, a quien la operación le pareció dentro de la lógica.